Más nevadas y lluvias en Mendoza, los indicios de la llegada de El Niño

Especialistas habían adelantado “una transición” hacia el fenómeno, que se cumplió con las fuertes nevadas del último mes. La sequía y el turismo, los principales impactados en la provincia.

La suba de precipitaciones es notoria durante la temporada, tanto de nieve como de agua. Esto beneficia al turismo en la montaña y acumulará agua para el verano. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
La suba de precipitaciones es notoria durante la temporada, tanto de nieve como de agua. Esto beneficia al turismo en la montaña y acumulará agua para el verano. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Como hace mucho tiempo no pasaba, las nevadas en Mendoza no cesan y, semana tras semana, se viene repitiendo la historia de fuertes temporales en Alta Montaña, lo que resulta una buena noticia de cara a la sequía y la reserva de agua para el próximo verano. El incremento de precipitaciones es notorio durante la temporada, tanto de nieve como de agua, por lo que lejos de ser un hecho aislado tiene una explicación: la transición hacia el fenómeno de El Niño es un hecho y se vienen tiempos de más lluvias y nevadas.

Los especialistas lo habían adelantado hace un mes a Los Andes y, finalmente, el pronóstico se cumplió: primero, el meteorólogo Maximiliano Viale advirtió de la primera nevada fuerte de la temporada de invierno, “de esas que mueven la aguja”, dijo, con respecto a la acumulación de nieve. Luego, el especialista en Física de atmósferas y nubes, doctor Raúl César Pérez, pronosticó: “Estamos entrando en un período de transición a El Niño, donde vamos a tener años con más nieve que en los anteriores, en los que hubo Niña y sequía, ya que el Pacífico estaba frío, evaporaba poca agua y había poca materia prima para formar nieve”.

Dicho y hecho. Pasaron las semanas y en cada una de ellas hubo nevadas, sobre todo en Alta Montaña, pero con “la frutilla del postre” en este fin de semana: nevó en el llano, incluso en regiones más inesperadas como en zona Este, y continuó la caída intensa de nieve en sectores más altos, como Uspallata, Potrerillos, Valle de Uco y el resto de la precordillera. “Hay un incremento de nieve con respecto a los años anteriores y es un síntoma claro de que estamos saliendo de La Niña y avanzando hacia un Niño”, insistió ahora Pérez.

Y las estadísticas respaldan los pronósticos de hace un mes. Según el boletín de información hidronivometeorológica que realiza periódicamente el Departamento de Hidrología, perteneciente a la Dirección de Gestión Hídrica de la Provincia, en la mayoría de las principales estaciones de acumulación los niveles de nieve se mantuvieron o aumentaron con respecto al mes pasado. El análisis está calculado en “equivalente de agua nieve”, y detalla que en Laguna del Diamante, por ejemplo, el 6 de junio había 50 milímetros y el 7 de julio ya se registraron 70; mientras que en Valle Hermoso pasó de 107 a 160 mm. En Horcones, en tanto, hace un mes había 74 mm de acumulación y la semana pasada se registraron 76, parecido a Toscas, en donde el balance arrojó 55 mm antes y 58 ahora.

El Niño está cerca

Todavía más atrás, en septiembre de 2021 y en base a los informes de la Administración Nacional de Atmósfera y Océano (NOAA) con sede en Estados Unidos, Pérez declaró a este diario que “en Mendoza habrá más lluvias a partir de 2023″, porque “se está saliendo de La Niña hacia un fenómeno que se denomina usualmente ‘Niño neutro’”. Y esa parece ser la explicación a esta temporada de lluvias y nevadas intensas que lleva el invierno 2022.

“Esto incluso se puede reforzar hoy si vemos lo que ha pasado en Colombia, por ejemplo, donde hay severas lluvias y se han inundado varias zonas. Esto demuestra claramente que hay un mayor aporte de humedad desde el océano Pacífico, por encima de la cordillera de los Andes, en Sudamérica”, explicó el especialista en atmósferas y nubes.

Esto ocurre porque, “como la materia prima es el vapor de agua que aporta el Pacífico por encima de la cordillera, al establecerse un Niño se calienta el agua del océano Pacífico en la superficie, se evapora más agua y los vientos del Oeste tiran esa humedad por encima de la cordillera”, según detalló Pérez. En períodos de Niña sucede lo contrario: el Pacífico evapora menos agua y hay menos humedad para la formación de agua o nieve, como ha sucedido en los últimos años.

Como se había pronosticado, las nevadas han sido intensas estas semanas. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Como se había pronosticado, las nevadas han sido intensas estas semanas. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Para Mendoza en particular, “esto significa que seguramente vamos a tener más agua, porque creo que se va a cubrir la cuota de nieve para estar tranquilos en el verano”, destacó. Además, Pérez manifestó que “hay que esperar aumentos de precipitaciones de lluvia a partir de septiembre, y en el verano aumento de tormentas de granizo”. La duración de estos fenómenos no es siempre igual y cada uno puede durar “de tres a siete años”.

“A un período de Niña le continúa uno de Niño, y el pasaje de uno a otro se denomina ‘neutro’”, explicó el especialista. “El último Niño resultó muy intenso, llovió 7.005 milímetros por encima de los valores anuales de Mendoza y duró cinco años, incluso algo más, rozando el año 2018″, amplió. Seguido de más de tres años de sequía hasta ahora, ya que todo indica que la transición a un nuevo período de más nevadas y lluvias es una realidad.

Turismo, el otro beneficiado con la nieve

Además de la vital acumulación de nieve para la reserva de agua pensando en el verano, la mayor expectativa en torno a las nevadas corre por parte del sector turístico, para aprovechar la temporada invernal y responder a la gran demanda de visitantes a Mendoza en busca de montaña y copos blancos.

En ese sentido, la preocupación no pasa por la cantidad de nieve en sí, ya que cayó en gran cantidad, sino en las complicaciones que ésta ha generado.

De hecho, la gran acumulación de nieve provocó inconvenientes de todo tipo en la provincia, con cientos de personas varadas en el paso internacional a Chile, rutas intransitables y destrozos en edificaciones, por mencionar algunas. Uno de los tantos problemas ocurrió en los primeros días de la semana, cuando las autoridades del Parque de Nieve Los Puquios se quejaron del corte de rutas por las nevadas.

“Todos los actores de Alta Montaña han fracasado en atender el turismo, tanto interno como extranjero. Perdimos otra gran oportunidad, solo que en esta. ¡Teníamos nieve!”, lanzaron en un comunicado apuntando a Gendarmería y Vialidad Nacional, ya que cientos de visitantes no pudieron subir más allá de Vallecitos porque la ruta estaba intransitable. También manifestaron que “hace cuatro años que estamos esperando la nieve”, en una clara muestra de lo que el fenómeno de La Niña provocó en Mendoza, en contraste con lo que acontece cuando se acerca El Niño.

Con las nevadas de este fin de semana, en tanto, el escenario fue diferente: despejaron la ruta nacional 7 y la gente pudo continuar hasta el gran parque de Los Puquios.

“Hay nieve por todos lados” y “está tapado de nieve”, fueron algunos de los comentarios que turistas dejaron en las redes sociales.

Con el fenómeno de El Niño golpeando la puerta y la promesa de más nevadas y lluvias, lo más probable es que la historia se repita.

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