Luján despide a Saúl Contardi, el autodidacta difusor de la vida de San Martín

El vecino de 93 años era un gran conocedor del prócer y lo enseñaba hablando con los vecinos en la calle, en los hogares, por las radios y en la Asociación Cultural Sanmartiniana, de la que fue dirigente.

En 2009 Saúl Contardi recibió la Distinción Sanmartiniana, otorgada por la Legislatura provincial. Foto: Archivo / Los Andes
En 2009 Saúl Contardi recibió la Distinción Sanmartiniana, otorgada por la Legislatura provincial. Foto: Archivo / Los Andes

A mitad de la semana pasada falleció en Luján de Cuyo, donde había nacido hacía 93 años, Saúl Contardi, un vecino muy apreciado por la comunidad por sus condiciones de persona solidaria y comunicativa y también por haber sido un entusiasta difusor de la vida y obra del general José de San Martín.

Saúl no concurrió a la universidad ni a centros especializados pero era un gran conocedor del prócer de los argentinos y lo enseñaba hablando con los vecinos: en la calle, en los hogares que le abrían la puerta, por las radios locales y desde la Asociación Cultural Sanmartiniana de Luján de Cuyo, de la cual fue un gran animador y dirigente, junto al doctor Amado Oscar Juan.

Concretó once veces el cruce de los Andes, siguiendo las huellas de las columnas del Ejército Libertador. Y una de esas ocasiones por el Paso de los Patos, el que vio pasar al general en Jefe.

Ya grande, con más de 80 años, su familia se tuvo que poner firme para impedir que concretara una nueva participación en esas cabalgatas porque anunciaba que iba a participar de otra de las tradicionales cabalgatas en la montaña.

Contardi, que en abril cumplió 93 años, fue un legendario transportista de hacienda a pie a Chile, conduciendo un noble camión Ford 1946, con capacidad para seis novillos.

Fue una forma de acercarse al prócer que con los años estudió de manera autodidacta y que difundió incansablemente.

En 2009 recibió la Distinción Sanmartiniana, otorgada por la Legislatura provincial, en el rubro Servicio a la Comunidad. Arrancó en ese acto con modestia: “Me van a disculpar -advirtió-, yo no sé expresarme en público como lo han hecho otros en este recinto. Mi decir es sencillo”.

Lo recuerda un paseo, ubicado sobre Sabá Hernández, límite de Mayor Drummond y la ciudad de Luján.

Le sobreviven su esposa Nelly Calcagno y sus hijos Lito (cabañista), Titina (artista plástica) y Clara (ingeniera agrónoma), cuatro nietos y dos bisnietos.

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