“Los muertos me eligen”: cómo trabaja la clarividente mendocina que marcó una pista clave en la búsqueda de Facundo Astudillo

Verónica Contreras De Los Santos (52) participó en casos célebres. A más de 1.000 km, intenta clarificar lo ocurrido con el joven desaparecido en Buenos Aires. Sus orígenes, la pasión por la parapsicología y las críticas que debió atravesar.

La clarividente malargüina Verónica Contreras de los Santos - Gentileza Eduardo Araujo
La clarividente malargüina Verónica Contreras de los Santos - Gentileza Eduardo Araujo

Verónica Contreras De Los Santos (52) está a más de 1.000 kilómetros, pero una indicación suya le permitió a la Policía Federal encontrar una mochila y prendas de vestir en un canal de riego de la localidad de Mayor Buratovich, partido bonaerense de Villarino.

Las pertenencias se convirtieron en una prueba más para agregar a la causa por la desaparición de Facundo Astudillo Castro, un joven de 22 años al que buscan intensamente luego de desaparecer sin dejar rastro el pasado 30 de abril en Pedro Luro.

Ella dice ser clarividente, no vidente y asegura tener un doctorado en fenómenos paranormales. La mujer malargüina que ve más allá de la distancia y la oscuridad está colaborando con la fuerza federal para tratar de hallar a Facundo, pero no es la primera vez que lo hace.

Verónica Contreras De Los Santos fue quien dijo que Johana Chacón, la niña desaparecida el 4 de septiembre de 2012 en Lavalle, estaba muerta y que su cadáver estaba en la finca donde fue vista por última vez. También dijo que Soledad Olivera estaba sin vida, quien desapareció el 18 de noviembre de 2011 en el mismo departamento, un crimen que terminó con Mariano Luque condenado a 12 años de cárcel.

“Amo lo que hago. Cuando la familia de una víctima me contacta, hago mío el problema y entonces me esfuerzo más. Ahora llevo 7 días ayunando, tomando agua, café y mate, para que la mamá de Facundo Astudillo Castro lo encuentre”, indicó.

Después de asegurar que la madre de Facundo reconoció una de las prendas de vestir que ella ayudó a encontrar, la mujer sostuvo que “siempre me pongo en el lugar del doliente, pero cuando veo que el doliente es responsable de algo vamos a una guerra campal por la justicia y la verdad”.

La clarividente Verónica Contreras de los Santos participó en casos célebres como los de Johana Chacón y Soledad Olivera -
La clarividente Verónica Contreras de los Santos participó en casos célebres como los de Johana Chacón y Soledad Olivera -

Para la malargüina, estar en el lugar de los hechos le ayuda a tener más claridad en las percepciones sin embargo “ahora, con el caso Facundo, no conozco la zona por eso el esfuerzo que debo hacer es mucho mayor y eso me implica un sacrificio personal. Estoy segura que, si lo dejan actuar a Marcos Darío Herrero y sus perros, se van a tener novedades muy pronto, pero hay personas que buscan ocultar su proceder y por eso le ponen tantas trabas. Sé que Facundo está muerto. Cuando haya un cambio de juez aparecerán los restos de él”, afirmó con contundencia.

Contreras no siempre se dedicó a la clarividencia, en su historial en su historial figura que fue la primera malargüina que egresó de la escuela de oficiales de la Policía de Mendoza como Cuerpo Comando (CC). Durante 15 años estuvo en la policía, solicitó la baja y pasó a trabajar en Gendarmería, en la división tóxicos.

Años más tarde se radicó en Neuquén y fue contratada por la fiscal Taboada para esclarecer delitos relacionados con la droga y más tarde en la búsqueda de personas desaparecidas. Para ella, ese fue el puntapié que la lanzó a profundizar esa vida de visiones o “mística”, como ella la denomina.

“Fue la fiscal la que me incentivó a trabajar en el tema de desaparecidos, porque cuando íbamos con ella a un procedimiento yo marcaba lugares donde había droga, como los resultados eran positivos, me propuso colaborar en esa área. Me resultó algo muy bonito y empecé a profundizar el tema de esas percepciones, que creo heredé de mi madre, una mujer que fue muy mística”, relató a Los Andes.

Contreras asegura que no es una vidente porque “videntes somos todos los que vemos, mientras que los no videntes son los ciegos. Estudié mucho para hacer lo que hago, que es clarividencia. Soy doctora en fenómenos paranormales, parapsicóloga científica. Trabajo como orientadora de políticos y de mucha gente, sigo estudiando para que la gente que venga a mí se vaya con una luz. Me molesta mucho que, antes de mi nombre, pongan un calificativo. Soy clarividente, una persona que puede ver, por ejemplo, cuando otra está muerta por el aura (irradiación luminosa que algunas personas dicen percibir alrededor de los seres)”, afirmó.

Por las redes

Verónica Contreras contó que “la gente me contacta por las redes sociales para que colabore en la búsqueda de alguna persona desaparecida. Siempre pido que si hay noticias publicadas me envíen los links y alguna foto de esa persona que es buscada. En base a eso me concentro y comienzo a percibir, pudiendo determinar si ese ser está vivo o no. Luego hago orientaciones, a través de radiestesia (actividad que se basa en la afirmación de que los estímulos eléctricos, electromagnéticos, magnetismos y radiaciones de un cuerpo emisor pueden ser percibidos y, en ocasiones, manejados por una persona por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas “L”, o una horquilla que supuestamente amplifican la capacidad de magnetorrecepción del ser humano)”.

Y un segundo después agregó “en base a esa técnica milenaria puedo saber muchas cosas, como con Johana Chacón, cuando yo viviendo en Ushuaia, me informaron del caso, lo acepté y viajé de inmediato a Mendoza. Bajé del avión, fui directamente a una finca de Lavalle y desde la tranquera dije que la joven estaba muerta, enterrada en la finca y que la había matado el cuñado, porque ella me lo describió. La justicia comprobó todo lo que dije. En el caso de Julieta González, de Maipú, hija de una camarada de la Policía de Mendoza, que desapareció también me pasó lo mismo. Cuando su madre me pasa la foto, estando yo en Tierra del Fuego, percibí que la mató el novio y el cuerpo estaba en una cantera con algo gris y con alambres. Su madre luchó contra una fiscal hasta que consiguió una autorización legal y pudo encontrar el cuerpo de su hija, que había sido torturada y estaba atada con alambres”.

La clarividente Verónica Contreras de los Santos -
La clarividente Verónica Contreras de los Santos -

“Los muertos me eligen”

Verónica Contreras tiene en la frente un tatuaje que según dice lo diseñó la madre. Es un triángulo con un ojo en el medio que simboliza la trilogía del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con una luna en cuarto creciente y el ojo de Horus, que todo lo puede y ve. El mismo dibujo lo tiene en un cuadro.

Es una persona activa, pasa de la risa al llanto con lágrimas en cuestión de segundos. Es verborrágica, tiene expresiones cariñosas hacia sus dos hijas, una de 16 que sueña con estudiar medicina forense y otra que es policía en la provincia de Neuquén. Cada vez que habla de sus padres se emociona. Sigue bailando flamenco y es sumamente activa en las redes sociales. Entre sus predicciones comenta que sabe exactamente cuándo morirá, a los 86 años.

Para Verónica “creo que los muertos me eligen. No con todos tengo afinidad. Puedo saber muchas cosas de los muertos. En Malargüe, Luis Reynaldo Aravena (desaparecido en diciembre de 2007) me sigue llamando y espero algún día tener las fuerzas para llegar a donde está, porque sólo se puede llegar a él con una orden judicial y con la posibilidad que la justicia me deje actuar en el terreno con total libertad”, dijo en otro tramo de la conversación.

Sobre el final, Cotreras expresó: “Soy una agradecida de mis padres, a ellos les debo quien soy. Solo les pido a los que leen esto que antes de ponerme un adjetivo primero digan mi nombre, Verónica Contreras, y después lo que soy, clarividente, amiga de la verdad y la justicia que trae paz”.

"Los muertos me eligen", asegura la mujer malargüina -
"Los muertos me eligen", asegura la mujer malargüina -

En la búsqueda de un mendocino

Desde Malargüe, la clarividente Verónica Contreras De Los Santos sigue dando que hablar. En paralelo a su colaboración en el caso de la desaparición de Facundo Astudillo en Buenos Aires, saltó a una persona perdida en Mendoza.

En medio de la entrevista con Los Andes, Contreras recibió un mensaje en su teléfono, lo leyó y respondió con un audio donde le dice a su interlocutor: “Deme un rato, a la noche le llamo”.

Acto seguido, la mujer reveló que “es un hombre que está buscando a su hermano en Mendoza desde fines de julio de este año. Voy a ver si lo puedo ayudar”.

Seguidamente tomó unas cartas redondas, las barajó y le pidió a nuestro cronista que haga tres montones, luego le indicó que elija uno y dijo antes de ver las cartas: “Si en este montón (señala el elegido) aparece el as de oro voy a aceptar el caso porque es la carta que me orienta a que en la investigación voy a tener luz”.

Comenzó a dar vueltas las cartas y reveló lo que estaba viendo, que no se publica para no entorpecer la investigación que sigue la justicia. Finalmente, aparece el 1 de oro. Tomó nuevamente el teléfono, se comunica con quien le había enviado el mensaje y le dice “yo lo voy ayudar, en la noche hablamos”.

Para dejar en claro que no era un truco, tomó las cartas y mostró que la baraja solo tenía un as de oro.

Confesiones

-¿Nunca se ha equivocado?

-No, he fallado por metros o porque he ido a lugares donde los asesinos no me dejan actuar por ser parte del círculo íntimo de la víctima.

-¿De qué vive?

-Soy retirada la Policía, mi sueldo es bajo porque yo me fui al ser acosada y ultrajada. En esa época la ley no avalaba a la mujer. Yo perdoné a mi acosador porque antes de morir me mandó a decir con otro policía que lo hiciera.

-¿Qué opina de las personas que tiran las cartas?

-Valoro a las personas que estudian para tirar el tarot, no las que lo hacen por azar o para lucrar. Yo poseo unas cartas que me consiguió mi madre, que era orientadora. Son cartas de la baraja española redondas. Las uso para rastrillar, son orientativas en mi trabajo. Con el 1 de oro puedo saber todo lo que quiera (se pone la carta en la frente, a pesar de levantarse y mover la cabeza, no se le cae. Nuestro cronista intentó hacer lo mismo y le fue imposible sostenerla en la frente sin la ayuda de sus manos).

-¿Qué siente cuando la gente dice que es una loca?

-Me duele cuando lo dicen peyorativamente ¡Quién no tiene un grado de locura! (risas). Soy una persona feliz que va por la vida buscando la verdad y la justicia. Soy hiperactiva y le voy a decir un secreto, soy autista y le debo a mi madre lo que soy (llora). La energía la pongo en hacer el bien y no me importa ir contra el mundo porque las personas autistas vamos con la verdad, no somos locos (sigue llorando). Los autistas usamos otra energía, por eso un autista no necesita estudiar para tocar bien el piano, puede dibujar, bailar, pueden hacer cosas que nadie se explica cómo lo hace. Pero hay algo que me da tranquilidad, no le pido nada a nadie, no le hago mal a nadie.

-¿Hace trabajos para arreglar parejas o problemas matrimoniales?

-No trabajo casos de problemas de pareja porque me parece que las relaciones siempre son de a dos, hay cosas que tiene solución y otras que no. El amor no se fabrica.

-Ud. ha sido juzgada por la justicia de Tierra del Fuego que la declaró inimputable...

-Se me allanó, se me trató de loca por el caso de Sofía Herrera. Pero jamás voy a cambiar de idea hasta que yo no ingrese al patio de su casa y marque el lugar exacto donde está Sofía o lo que quede de ella. He sido tortura psicológicamente, difamada, tratada de enferma mental por la mamá de Sofía, y hasta el día hoy lo sigue haciendo”.

-¿Por qué hay que tomar en serio su trabajo, después de un veredicto de la justicia sureña que la declaró inimputable al decir que usted tenía una alteración morbosa de sus facultades mentales, lo cual le impide comprender la criminalidad de sus actos y actuar en consecuencia?

-Fue ¡una injusticia de la vida! Ese mismo año la justicia de La Pampa me convoca, junto a Marcos Darío Herrero, para que trabajáramos en la investigación de un desaparecido. Lo mismo me pasó el año pasado con el caso de Cielo López, la jovencita que descuartizaron en Plottier. Fui yo la que dije, en mi Facebook, que la veía muerta y en partes. El fiscal me citó y colaboré hasta que el asesino fue a la cárcel.

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