La RAE le devolvió la tilde a ‘sólo’ y otras palabras: la lista completa

La Real Academia Española (RAE) se rectificó, 13 años después, y vuelve a admitir la tilde en ‘solo’, como también en los pronombres demostrativos ‘este’, ‘ese’ y ‘aquel’. La institución aclaró que seguirá siendo “obligatorio no poner la tilde si no existe ambigüedad”.

Sólo, éste, ése y aquél: nuevamente con tilde si lo decide quien escribe.
Sólo, éste, ése y aquél: nuevamente con tilde si lo decide quien escribe.

La RAE decidió este jueves que el adverbio ‘sólo’ (que equivale a solamente) podrá llevar tilde, al igual que los pronombres demostrativos ‘este’, ‘ese’ y ‘aquel’, con sus femeninos y plurales, cuando a juicio del que escribe haya un riesgo de ambigüedad.

Esta novedad era reivindicada desde hace años por los académicos escritores. Según explicaron a EFE, fuentes del pleno de la Academia de la Lengua, los profesionales consideraban que debía “despenalizarse” el uso de la tilde en estas palabras, ya que se daban casos de ambigüedad.

Hasta el momento, la RAE determinaba que la palabra ‘solo’, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente como cuando es adjetivo, no debía llevar tilde. También habían decidido aplicar la misma regla de acentuación para los demostrativos ‘este’, ‘ese’ y ‘aquel’, con sus femeninos y plurales (ya funcionaran como pronombres o como determinantes).

Salón de plenos de la Real Academia Española (RAE).
Salón de plenos de la Real Academia Española (RAE).

Anteriormente las reglas ortográficas prescribían el uso de la tilde en el adverbio solo y los pronombres demostrativos en ciertos casos puntuales. Esta medida fue tomada para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo y de los determinantes demostrativos.

Dicho caso sucedía cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, por ejemplo: “Trabaja sólo los domingos” (trabaja solamente los domingos o trabaja sin compañía los domingos). En este tipo de enunciados se consideraba que las posibles ambigüedades se podían resolver casi siempre por el propio contexto.

La recomendación general era la de no tildar estas palabras, aunque era optativo cuando su uso entrañara un riesgo de ambigüedad, pero no se definía a juicio de quién, han explicado las fuentes. Inclusive se ha destacado que habían casos de exámenes y oposiciones en los que su utilización restaba nota porque solía depender del criterio del profesor o del examinador.

Diccionario de la RAE.
Diccionario de la RAE.

La novedad que se introducirá ahora es que pasa a ser criterio del que escribe el texto el tildar o no estas palabras. Muchos lingüistas, escritores, periodistas, entre otros, interpretan esta decisión de la Academia como una batalla ganada tras más de una década lamentando que ya no fuera posible diferenciar, a través de la tilde, las distintas acepciones de la palabra (muchos de los cuales, nunca dejaron de usarla).

El académico y escritor Arturo Pérez-Reverte ha destacado a EFE su satisfacción por esta novedad y ha señalado que todos los académicos han estado de acuerdo en introducir esta formulación. Además, Reverte señaló que dicha acepción no destruye la formulación inicial pero permite un uso más razonable de la tilde en estos casos, al ser el autor del texto el que decide si debe o no hacer uso de ella.

Por su parte, la RAE señala que esta actualización de las reglas generales de acentuación no es un cambio, sino una aclaración de la norma. De esta manera, seguirá siendo “obligatorio no poner la tilde si no existe ambigüedad” y “optativo” en aquellos contextos y situaciones en las que quien escriba crea que pueda haber algún riesgo de ambigüedad y, por lo tanto, de malinterpretación del mensaje.

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