Por un lado, Mendoza tiene –entre sus mitos y leyendas urbanas más populares- la historia del Futre. Se trata de aquel trabajador ferroviario que, de acuerdo al relato, fue decapitado en la Cordillera de los Andes, en la época de la construcción del Tren Trasandino y que –siempre de acuerdo a la leyenda- todavía se aparece ocasionalmente al costado de la ruta ante los transeúntes. El propio mito tiene dos versiones: que el hombre fue decapitado luego de que le robaran el dinero con que iba a pagarle a los trabajadores del ferrocarril, aunque también está la versión de que los ladrones nunca se hicieron con el botín, ya que el hombre (inglés, de apellido Foster), llegó a enterrarlo. Esto le da el agregado a la leyenda de que, además de su espíritu errante, en algún punto de la Alta Montaña está oculto ese dinero.
Por otro lado, ya por fuera de lo que es exclusivamente Mendoza –y como un momento infaltable entre los fanáticos de “Los Simpson”- está aquel episodio de la serie creada por Matt Groening donde Bart “decapita” la imponente estatua de Jeremías Springfield, fundador de la ciudad donde viven los vecinos más amarillos de la historia de la televisión. Lo que comienza como una travesura se termina convirtiendo en una verdadera tragedia para el hijo mayor de Marge y Homero.
Si se forzara una combinación entre la leyenda mendocina del Futre y este episodio de “Los Simpson”, muy probablemente se obtenga la historia de “La Pureza”. Se trata de una de las ocho inconfundibles e infaltables esculturas ubicadas en El Rosedal del Parque General San Martín y que, en 2015, fue víctima de un ataque vandálico perpetrado por manos anónimas.
La obra, creada por el icónico artista Florentino A. Belli, sufrió la rotura y robo de su cabeza, y permanece decapitada desde hace 8 años, aunque siempre impoluta en su ubicación inicial. Y aunque se refaccionó la totalidad de los monumentos que se encuentran en el tradicional paseo mendocino, a “La Pureza” jamás se le restauró la cabeza. De hecho, hasta se buscó la cabeza original en reiteradas oportunidades y en las profundidades del Lago del Parque, aunque sin éxito.
“Hicimos muchos intentos por encontrar la cabeza original, hasta con buzos. Pero no encontramos nada”, destacó el director del Parque, Ricardo Mariotti, quien confirmó que los autores del ataque y el destino de la cabeza original sigue siendo un misterio.
Dónde está la cabeza de la escultura del Parque
La decapitación del Cóndor del Acceso Este, monumento que fue víctima de este daño luego de un temporal de granizo registrado en febrero 2022, no fue el primer caso de una obra arquitectónica que perdiera su cabeza. Hay que remontarse a 2015 para este antecedente, donde no fue la naturaleza, sino algún mendocino (o algunos mendocinos) se pusieron en la piel de Bart Simpson y le cortaron y robaron la cabeza al monumento de “La Pureza”.
Al igual que la mayoría de los monumentos y estatuas situadas en el Rosedal del Parque, la mencionada figura de “La Pureza” data de la década de 1920 (1923 más precisamente). Fue en aquella época en que se adquirieron la mayoría de las obras que decoran, no solo el paseo lindante con el lago, sino otros sectores puntuales del Parque San Martín.
En 2018, de la mano del restaurador Miguel Ángel Marchionni, se restauraron la mayoría de estas obras –en muchas de ellas se hicieron por entonces los primeros trabajos de mantenimiento en casi 100 años de vida-. Y aunque se hicieron algunas refacciones puntuales en “La Pureza”, la decisión fue la de no crearle una nueva cabeza y mantenerla decapitada.
“Creemos que (la cabeza) está en el lago y hemos identificado dónde puede estar. Si no la encontramos, haré de nuevo la cabeza, ¡y que Belli me perdone!”, agregó Marchionni, entre risas, hace 5 años en diálogo con Los Andes.
“Tenemos dos posturas al respecto. Por un lado, quienes dicen que debe quedar así; y por otro lado, los que opinan que hay que hacer una cabeza nueva. Por el momento estamos con la primer teoría”, agregó Mariotti consultado en las últimas horas.
Se buscó la cabeza cortada de todas las maneras posibles
Luego de que los vándalos anónimos decapitaran a la figura de “La Pureza” en agosto de 2015, se hicieron varios intentos por encontrarla.
La versión más factible giraba en torno a que quienes le habían arrancado la cabeza podrían haberla arrojado al mismo lago del Parque, ubicado a pocos metros de donde está el resto de la imagen. Por esto mismo es que se realizaron varias búsquedas en las inmediaciones del monumento, aunque a ya en el agua.
De esas exploraciones intervinieron buzos de la Policía de Mendoza y de los Bomberos, aunque ninguna de las inmersiones arrojó resultados positivos. Incluso, dentro del operativo de búsqueda, hasta se intentó reconstruir el hipotético episodio del lanzamiento de ese trozo de escultura al agua. Para ello se utilizó un objeto de similares características, dimensiones y hasta peso de los que tenía la cabeza y se la lanzó al espejo de agua, intentando calcular cuán alejada de la orilla podría haber caído la cabeza de acuerdo a la fuerza con que podría haber sido arrojada.
No obstante, tampoco estos trabajos arrojaron resultados positivos. Así las cosas, el lugar donde reposa la cabeza de “La Pureza” sigue siendo un misterio, mientras que la escultura símil Futre o símili Jeremías Springfield sigue llamando la atención en el Rosedal del Parque.
La historia de “La Pureza”
Durante la noche del lunes 10 de agosto de 2015 –aunque también podría haber sido la madrugada del martes 11-, vándalos anónimos decapitaron a esta bella y tradicional escultura. A primera hora del 11 de agosto de 2015 fue cuando, en un rondín por la zona, se advirtió que le faltaba la cabeza a la figura de esta mujer, que ha sido representada vertiendo agua de un cántaro sobre una fuente (la fuente también es parte de la composición).
La escultura italiana, fabricada con mármol de Carrara, fue comprada por la Provincia en 1923 por el entonces ministro de Obras Públicas del gobernador Carlos W. Lencinas, Leopoldo Suárez. La había traído de Buenos Aires.
En el apartado del libro “La escultura en el Parque General San Martín”, la historiadora mendocina especializada en Patrimonio Cultural y Museos, Patricia Favre reconstruye la historia de “La Pureza”. De acuerdo a la información documentada, la pieza llegó a Mendoza en setiembre de 1923 junto con una fuente y un banco. Las tres obras pertenecían a la Casa Harrod’s, estaban talladas en mármol de Carrara y le costaron a las arcas provinciales 4.767,50 pesos (de aquel entonces).
En detalle, “La Pureza” es un conjunto formado por una estatua -una figura femenina desnuda inclinada hacia adelante con un cántaro o ánfora de agua y frente a un estanque. El pequeño estanque, en tanto, tiene forma de una concha de mar y toda la composición es obra del italiano Florentino A. Belli.
“La representación retoma motivos clásicos del arte antiguo: la asociación de Venus con el agua, el ánfora y la concha, ampliamente difundidos mediante nereidas y náyades de fuentes a lo largo de la edad moderna. Estas ninfas de las aguas, por su delicadeza y refinamiento, han sido consideradas como la quintaescencia del arte”, explica Favre en su libro.
“El contenido alegórico está referido tanto por la desnudez de la figura, asociada a lo puro y casto, como de la transparencia y limpidez del agua que fluye a sus pies. El agua, elemento vital de la vida, ha sido constituido un importante elemento de purificación y regeneración, motivo por el cual también se lo asocia con la virtud”, agrega.
