La demanda de vacunas Covid en Mendoza es menos de 10% de lo que fue en los picos

Se vincula a la disminución de casos y cuadros graves que llevan a una menor percepción de riesgo y cierto relajamiento. Se suma una buena proporción de la población que ya se ha colocado al menos una parte del esquema.

Los centros de vacunación en diferentes departamentos pasaron de atender a 2.000 personas por día a 150. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Los centros de vacunación en diferentes departamentos pasaron de atender a 2.000 personas por día a 150. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

La demanda de vacunas para el Covid-19 bajó drásticamente en Mendoza. Con datos de algunos centros de referencia, puede estimarse que los últimos días la cantidad de personas que se acercó para recibirla es bastante menos del 10% de la que llegaba en épocas de pico de demanda y de contagios, sobre todo del último.

“Obviamente hay mucha menos gente que en plena campaña”, sostuvo Iris Aguilar, directora de Inmunizaciones de la provincia, en referencia a los puntos de vacunación.

A modo de muestra puede tomarse lo que se aprecia en la sede Benegas, de la Municipalidad de Godoy Cruz, la más grande del departamento. Allí en la época del último pico, durante diciembre y enero, recibían un promedio de 2.000 personas por día para la vacuna Covid. La última semana, entre el 22 y el 28 de julio, han sido 767 personas en toda la semana, es decir, un promedio diario de 110 personas, esto es 5,5% de lo anterior.

En la Ciudad de Mendoza observan algo similar. Han tenido el mismo promedio diario durante épocas pico, unas 2.000 personas, en su sede principal. Funcionó primero en la Nave Cultural y luego se trasladó a la Federación de Box. Actualmente allí llega un promedio de 154 personas, lo que es 7,7% de aquella demanda. Patricia Aldunate, directora de Salud del municipio, dijo que manejaron ese número desde el comienzo de la vacunación y luego, en los picos de demanda que se producían cada vez que se habilitaba un nuevo grupo para recibir el inoculante.

En Maipú, en la sede central del polideportivo Ribosqui, el promedio en época pico era 2.500 y actualmente es de 150.

La percepción de riesgo ha tenido clara influencia. La cantidad de contagios actual es mucho menor que la de aquel entonces mientras que, salvo algunas excepciones, la mayoría de las infecciones con el virus Sars CoV-2 se transitan asintomáticas o en condiciones que ni siquiera requieren internación.

“Somos todos un poco hijos del rigor. Cuando se habían relajado, en diciembre apareció la variante Ómicron, se iban de vacaciones y explotó”, comentó Aguilar. Ómicron fue la responsable de la tercera ola, que tuvo récord de contagios y pico en enero. Pero además, por aquel entonces, ya en la antesala de las vacaciones, comenzó a instalarse la posibilidad de que pidieran pase sanitario (constancia de vacunación), por lo que la gente se agolpaba masivamente en los vacunatorios.

Qué se coloca

Como es esperable, la mayor parte de lo que se coloca es refuerzo. Están habilitados el primero y el segundo con intervalo mínimo de cuatro meses.

De la totalidad de las dosis colocadas en Benegas la última semana, hasta el 28, casi todas fueron refuerzos: 724 sobre 767. El resto fueron 26 segunda dosis y 17 primera dosis, informaron desde la Dirección de Salud de la comuna. “En general, las personas dilatan la colocación de tercera y cuarta dosis”, apuntó Martín García, director del área.

Agregó que, por otra parte, la población mayor ya tiene los esquemas completos porque, se sabe, ha tenido más adhesión. Por ello, mencionó que quienes más asisten en la actualidad son personas de entre 30 y 50 años a completar esquemas con primer y segundo refuerzo .

Algo que destaca es que, además, antes vacunaban todos los días, de lunes a lunes, en un horario amplio para atender a la demanda. Ante su paulatinamente reducción esto de a poco se fue acotando. No puede dejar de considerarse que se sumó vacunación en centros de salud.

En este contexto, se fue reduciendo el horario de atención, tanto dentro de una misma jornada, con menos horas, como los fines de semana ya que actualmente lo habitual es que en las sedes se vacune sólo hasta el sábado al mediodía. También se han suspendido los últimos feriados.

Aldunate dio un ejemplo para sustentar la medida: dijo que el último feriado que abrieron la Federación de Box fueron 46 personas y le parece una poca cantidad como para movilizar la apertura del centro.

Por otra parte, la funcionaria capitalina señaló que, cuando salen de ronda a domicilio, siguen encontrando gente sin primera dosis, que está dispersa, que no accedió, por elección o porque tiene una dificultad para hacerlo pero no porque no haya lugares porque ahora hay también en centros de salud más cercanos.

Escasa vacunación en farmacias

Ante la sobredemanda tras la tercera ola se habilitó la vacunación en farmacias como una posibilidad de hacer más accesibles las vacunas. Los locales que adhirieron colaboraron gratuitamente ante la emergencia. Sin embargo, hoy la solicitud es muy poca.

Mario Valestra, presidente del Colegio Farmacéutico de Mendoza (Cofam) contó que en un principio se inscribieron 160 farmacias en la provincia, de las cuales 60 empezaron en una primera etapa, en febrero, y luego se sumaron las otras. Relató que en las farmacias había vacuna del laboratorio AstraZeneca que les distribuía el Gobierno y estuvo disponible dos meses. Luego comenzaron a entregarles de otras dos marcas a las que hubo gente que mostró reticencia. “Indirectamente así se redujo la demanda y ya no hay colas”, señaló Valestra.

Agregó: “Hay una meseta con caída de la aplicación de segunda dosis y falta una buena proporción de la población que se ha colocado sólo una dosis. Ha caído muchísimo”.

Actualmente trabajan con demanda programada: para no perder dosis, las farmacias hacen una inscripción de los interesados y citan a la gente junta.

Expectativas diluidas

Tras la aparición en la escena de la nueva enfermedad, que se transformó en pandemia en 2020, la expectativa aquel primer crítico año estaba puesta en las vacunas, que empezaron a colocarse en los últimos días de ese año.

Luego vino la etapa de los grupos prioritarios y la ansiedad de quienes querían recibirla cuanto antes para protegerse. En la vereda de enfrente, quienes se oponían radicalmente, los reacios por dudas y quienes directamente no lo consideraron necesario, sobre todo entre los más jóvenes.

Entre ellos, sobre todo adolescentes, hubo buen interés por la primera dosis pero luego bajó con la segunda y se fue relajando. La suposición es que no eran grupo de riesgo pero quizás sí probables convivientes o allegados a quienes sí lo eran, como a adultos mayores, lo que los motivó a vacunarse para protegerlos.

Pero luego, ya protegidos sus seres queridos con la vacuna, se relajaron.

En Mendoza 1.559.670 personas tienen esquema primario completo. Además 826.550 tienen primer refuerzo y 199.942 tienen el segundo.

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