4 de octubre de 2025 - 12:11

La arquitectura de luto: falleció Alfredo Méndez, defensor del hábitat y la vivienda social

A los 96 años murió el arquitecto Alfredo Carlos Méndez, porteño de nacimiento, mendocino de adopción, que hizo mucho por el urbanismo, el hábitat y la vivienda social en nuestra provincia.

Por muchas razones se recordará al arquitecto Alfredo Carlos Méndez, fallecido el jueves a la edad de 96 años, en su casa de Chacras de Coria, rodeado de sus siete hijos y su mujer María Astelia Comené.

Fue un profesional destacado y comprometido con la vivienda social de Mendoza, aplicado y dedicado profesor de muchas camadas de arquitectos, docencia que ejerció en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Mendoza (UM), institución académica que ayudó a fundar y donde su partida repercutió dolorosamente.

Pese a su edad avanzada no dejó de trabajar nunca y en la actualidad, días antes de morir, seguía investigando temas vinculados a la vivienda, el urbanismo y la defensa de los recursos naturales.

Hace semanas inclusive había elaborado una ponencia para el XXXI Congreso de la Red Universitaria Latinoamericana de Cátedras de Vivienda (Ulacav), organización que ayudó a crear en 1994 y que sesionó en San Miguel de Tucumán hasta el viernes, oportunidad en que se le rindió justo homenaje.

Como muchos otros colegas del medio, Méndez no nació en Mendoza sino en Buenos Aires, donde se graduó en la Facultad de Arquitectura de la UBA, pero se sentía mendocino por adopción.

Al promediar los ’50 se radica en Mendoza, ingresando al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), interesándose desde un principio en la problemática del hábitat social, aspecto que ocupará un espacio central de su carrera.

Como expresa la publicación digital “Arquitectos de Mendoza, 1900-1960”, dirigida por la arquitecta Cecilia Raffa, su vínculo con el IPV se prolongó hasta 1992, convirtiéndose en un férreo impulsor del sistema de ayuda mutual para la reconversión de villas inestables.

Participó en 1959 en la conformación de la Sociedad de Arquitectos de Mendoza como asociación civil. En años siguientes actuó en la Comisión de Planeamiento Urbano de la ciudad de Mendoza en representación de la FAU-UM. Designado por el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) fue entre 1964 y 1967, asesor del Programa de Vivienda Rural por Ayuda Mutua en El Cairo, Egipto, país donde nacieron tres de sus descendientes, Teresita (arquitecta), Pablo (ingeniero civil) y José (arquitecto). En 1969/70, también comisionado por el PNUD, estuvo en Kabul (Afganistán) asesorando en un proyecto de viviendas de bajo costo. En 1963 ingresó como docente a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Mendoza, ocupando los cargos de profesor adjunto y titular en diferentes cátedras.

Sus clases, animadas y con un claro sentido práctico y didáctico, eran muy apreciadas por sus alumnos, uno de los cuales, Horacio Cangelosi, lo evocó como “una gran persona, con mucha sensibilidad social”.

Durante su actuación académica dictó conferencias y fue ponente en numerosas reuniones científicas, destacando su presencia en encuentros internacionales sobre la temática de hábitat y desarrollo en distintas ciudades del país y encuentros en Chile, Brasil, Cuba, Sudáfrica y México. En 1994, impulsó la creación de la Cátedra y el Instituto de Vivienda Social en la FAUD-UM y la fundación en Mendoza de la Red Ulacav, espacio vigente que congrega a académicos latinoamericanos para abordar, a través de un enfoque interdisciplinario, la problemática del hábitat. Ejerció la presidencia de la ya citada Red Ulacav siendo en la actualidad miembro emérito de la misma.

En la FAUD-UM, ocupó los cargos de vicedecano y miembro del Consejo Académico (1984/87), director del Instituto de Vivienda Social (1996/2007), y miembro de la Comisión Asesora de la Carrera de Doctorado en Arquitectura (1988/2007). Desempeñó, asimismo, diversos cargos en la gestión pública. En forma paralela ejerció la profesión, proyectando y dirigiendo obras en la provincia de Mendoza, en los primeros años integrando el estudio del arquitecto Mario Day Arenas y luego en forma personal. Por sus méritos y aportes académicos y profesionales, en noviembre de 2005 fue designado Profesor Emérito de la Universidad de Mendoza. En agosto de 2014, en reconocimiento a su trayectoria en vivienda social, la misma universidad asigna el nombre de “Arquitecto Alfredo Méndez” al Instituto de Vivienda Social de la FAUD-UM.

Hace ocho años, con su habitual entusiasmo, convocó a colegas y a especialistas de otras disciplinas y dio forma al Grupo Hábitat Mendoza, donde continuó batallando por la erradicación de los asentamientos y fomentando la búsqueda de soluciones a la problemática de la vivienda. En la formación de esa ONG lo acompañaron los arquitectos Carlos Olguín, Ricardo Bekerman, Claudia Timoner, la asistente social Delia Ahumada y el abogado Osvaldo Gambetta.

La tarea ímproba en la obtención del techo digno para mendocinos sin hogar, fue el motor central de su existencia y numerosos barrios que ayudó a levantar dan fe de esa persistente vocación.

Así lo sintió Carlos Olguín, compañero de lucha del extinto, al señalar: “Recordaremos siempre a Alfredo y tendremos presentes sus aportes y reflexiones sobre el hábitat popular al que dedicó los esfuerzos de su existencia”.

Le sobreviven su esposa, sus siete hijos, dieciocho nietos (dos de ellos arquitectos) y cuatro bisnietos.

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