Inmunidad de “rebaño”, clave para las fiestas de fin de año y las vacaciones

Destacan los pro y contras del aislamiento, la situación del país frente a otros que permitieron la evolución natural de la enfermedad.

Especialistas consideran no se puede anticipar cómo irá evolucionando la enfermedades en el país y distintas regiones.
Especialistas consideran no se puede anticipar cómo irá evolucionando la enfermedades en el país y distintas regiones.

Todo empezó en marzo cuando el virus Sars-Cov-2 “desembarcó” en estas tierras motivando una cuarentena que en principio iba a durar 15 días. Pero el tiempo transcurrió y se fue extendiendo con algunas aperturas, pero aun así limitando las actividades cotidianas. Se creó una ilusión de que en primavera todo comenzaría a volver a la normalidad.

Sin embargo; por la situación actual tanto de la provincia como del país, así como por lo que está ocurriendo globalmente; especialistas han comenzado a adelantar que la pandemia seguirá haciendo sentir sus consecuencias hasta las fiestas de fin de año e incluso hasta la temporada de verano. Por lo que será necesario ir pensando en cómo adecuar eventos que se repiten anualmente, tales como las juntadas por Navidad o las vacaciones, sin que esto signifique seguir diseminando el virus.

De hecho, en declaraciones radiales el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, manifestó que es impensado proyectar la temporada de verano de 2021 sin la aparición de la esperada vacuna contra el Covid-19. “Vamos a tener un tiempo por delante en donde vamos a ir pensando día a día qué es lo que haremos; generando estrategias, corrigiendo errores, abriendo un poquito actividades, volviendo a cerrar si la cosa se desmadra. Este es el horizonte que nos plantea esta enfermedad tan incierta. Hasta que no haya vacuna, tan incierta”, dijo. Además, expertos de Buenos Aires anticipan que el virus seguirá en nuestro territorio por lo menos hasta diciembre (ver aparte).

El infectólogo y epidemiólogo Rodolfo Quirós -mendocino pero se encuentra en Buenos Aires-, no quiso hablar de fechas, ya que explicó que todo depende de una serie de variables. Se refirió con la tan mencionada inmunidad de rebaño. “En la medida que mayor cantidad de gente se infecte, la posibilidad del virus de transmitirse desciende”, comentó el experto. En este punto aclaró que todavía hay discusión entre los científicos, ya que algunos sostienen que esta inmunidad se alcanza cuando se ha infectado el 20% de la población y otras hablan de hasta el 60%. “Si bien no se sabe el número exacto, a medida que se llegue al 50% o al 70%, la velocidad de diseminación del virus se ralentiza”, destacó. Para hacer más visible esta afirmación explicó que si de 10, solo 3 todavía no se han contagiado y no tienen los anticuerpos, el virus va a empezar a buscar receptor y le va a ser más difícil encontrarlo. El virus va a “saltar” de persona a persona sin poder desarrollar la enfermedad y va a terminar desapareciendo, porque el paciente se va a curar sin haber contagiado, tal como precisó el epidemiólogo.

En ese sentido indicó que esta inmunidad se relaciona con las decisiones gubernamentales. “Las medidas de cuarentena que toma el gobierno son para ganar tiempo. En la medida que saque el pie del freno, si está disponible en el mundo, el virus va a volver y cuando lo haga se va a diseminar entre gente susceptible- que es la que todavía no se ha contagiado- y probablemente haya un rebrote”, manifestó el profesional a la vez que aseguró que esa es la consecuencia de frenar la evolución de la enfermedad. Como ejemplo de un país que apostó por la inmunidad de rebaño puso a Suecia, que no avanzó con medida de aislamiento y aceptó la consecuencia social de la mortalidad como forma de combatir el virus. “Pero por sus propias características el sistema no se saturó”, señaló.

De todas formas adelantó que si las restricciones del gobierno continúan, dado la difícil situación económica del país, la gente va a comenzar a “liberarse” sola. “Tengo un gráfico que muestra que si bien el gobierno sigue con el pie en el freno, la movilidad por Google es mayor que tiempo atrás porque ya la gente no tolera”, compartió Quirós. Asimismo aclaró que el problema no está en el movimiento de la población sino en su comportamiento. “Si pudiéramos hacer un pacto social de que la gente se cuide, todo sería distinto”, consideró.

Otras variables que podrían llegar a frenar la evolución del virus, mencionadas por el experto, fueron la vacuna o el tratamiento. “La vacuna no va a llegar masivamente. En dos a cuatro meses van a estar los primeros resultados y después se tienen que fabricar y distribuir”. Remarcó que los países del primer mundo van a recibir la vacuna.

Sobre la segunda opción se refirió a la aparición de algún tratamiento suficientemente efectivo para enfrentar la enfermedad. “Con el que uno pueda tratar al paciente en los primeros síntomas y que la enfermedad no evolucione en formas graves, pero todavía eso tampoco está”.

Fiestas de fin de año en grupos pequeños

Ante la incertidumbre del panorama que plantea el coronavirus en Argentina, Clarín consultó a 7 infectólogos para que brinden una suerte de anticipo sobre cómo serán los festejos de Navidad y Año Nuevo. Dijeron los expertos que en diciembre el coronavirus va a seguir presente en Argentina. En segundo lugar, se presume, con todas las salvedades aclaratorias posibles, que para el 24 y el 31 de diciembre se debería festejar en grupos tipo “burbuja familiar”, es decir, no más de 10 personas. También se aclara que todo está sujeto a tres factores como el tamaño del espacio, el estado de salud de los participantes y la situación epidemiológica de la jurisdicción.

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