El truco definitivo para conservar un vino abierto

La finalidad de esta técnica es prevenir la presencia excesiva de oxígeno y proteger el vino de la influencia de la luz. Es esencial mantener la temperatura adecuada según el tipo de varietal.

El truco definitivo para conservar un vino abierto
El truco definitivo para conservar un vino abierto

Aunque abrir una botella de vino y no consumirla por completo puede ser común en algunos casos, no todos enfrentan este escenario con la misma frecuencia. Para aquellos que deseen preservar su vino de manera efectiva, especialmente si no son consumidores habituales, existe una solución práctica y accesible.

La clave para evitar la oxidación y mantener el sabor del vino reside en un truco sencillo pero poco conocido. Es esencial tener en cuenta que no todos los vinos requieren el mismo cuidado, ya que los blancos y rosados tienen necesidades diferentes a los tintos.

El truco definitivo para conservar un vino abierto
El truco definitivo para conservar un vino abierto

¿Cómo conservar un vino abierto?

Uno de los trucos menos explorados pero eficaces es almacenar el vino tinto en la heladera, tanto si está cerrado como si ya ha sido abierto. Aunque pueda parecer poco convencional, esta práctica tiene fundamentos sólidos, ya que la luz y el oxígeno pueden afectar la calidad del vino en ambas condiciones.

Además, para aquellos que buscan una solución más efectiva, los expertos recomiendan evitar el uso del corcho original al volver a sellar una botella a medio consumir. El corcho, debido a su porosidad, puede permitir la entrada de oxígeno, comprometiendo la calidad del vino.

La alternativa sugerida por especialistas es emplear un recipiente menos convencional pero altamente eficaz: un “mason jar” o frasco de vidrio de conserva casera. Estos recipientes son más resistentes a los cambios de temperatura y permiten un sellado hermético.

Frascos de conservas.
Frascos de conservas.

El proceso es simple: transferir el vino sobrante a un recipiente adecuado y sellarlo herméticamente. Al reducir la cantidad de oxígeno en el recipiente, se disminuye la velocidad de oxidación del vino, permitiendo conservar su sabor durante varios días después de abrir la botella.

Aunque es probable que el sabor del vino experimente algunas modificaciones, no serán tan significativas. La recomendación final es abrir la botella con la consciencia de que posiblemente se consumirá en su totalidad.

Los sommeliers enfatizan que la elección del recipiente puede marcar la diferencia en la conservación del vino.

La combinación de un envase hermético y la refrigeración en la heladera se presenta como una estrategia efectiva para preservar la calidad del vino tinto, protegiéndolo de factores externos como el oxígeno y la luz.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA