Durante las últimas horas, el piloto y cineasta Enrique Piñeyro recurrió a la red social X para denunciar públicamente una práctica tan frecuente como peligrosa que suelen sufrir quienes guían los aviones: las molestias con punteros láser desde tierra firme cuando se inician las maniobras de aterrizaje.
En primera persona, Piñeyro dio detalles sobre cómo vivió una de estas "bromas" cuando se preparaba para aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. En ese sentido, lo definió como un "pasatiempo peligroso", al tiempo que pidió a las autoridades que intervengan penalmente.
Vuelo de avión de Latam en aeropuerto de Mendoza
El peligroso "chiste" de molestar con punteros láser a aviones y por qué puede desencadenar una tragedia
Archivo Los Andes
Más allá de la denuncia pública del mediático piloto y director de cine, esta práctica no es para nada novedosa. De hecho, desde hace ya algunos años en las inmediaciones de todos los aeropuertos argentinos (incluido el de Mendoza) se registran episodios de este tipo. Y, aunque pueden parecer una simple e inocente broma, el efecto de los haces de luz al impactar y reflejarse en los cristales del avión puede convertirse en una trampa mortal para los pilotos.
"En los últimos años hemos tenido un par de reportes de estos episodios. Hace ya algunos años, en 2017, eran más frecuentes. Pero se mantienen", destacaron a Los Andes desde la dependencia mendocina de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y tras las repercusiones por la denuncia de Piñeyro.
"Ninguna de las situaciones ha sido con consecuencias graves, pero no dejan de ser un riesgo para la aviación", agregaron. Y confirmaron que las zonas de donde provienen estos rayos son la zona sur al aeropuerto mendocino, que es la zona poblada.
Un chiste peligroso: por qué los punteros láser pueden desencadenar una tragedia en un avión
Parece algo inocente y hasta simpático, pero lejos está de serlo. Niños (y no tan niños) que tienen punteros láser aguardan expectantes el momento en que un avión sobrevuela la zona donde viven y, con picardía, presionan el botoncito para "impactar" con el haz de luz a la aeronave que está pasando por sobre sus cabezas.
"Es una distracción que puede producir un caos, ya que la luz puede meterse en los ojos del piloto, molestar y derivar en una mala maniobra. Si el avión está alto, no pasa nada. Pero si justo entra en la cabina cuando está aterrizando, puede ocasionar una catástrofe", explicó el piloto Christian Tsallis consultado por Los Andes hace ya unos años, cuando esta práctica comenzó a verse con frecuencia en las zonas de descenso de los aviones en Mendoza.
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Imagen ilustrativa
En ese sentido, desde la ANAC resaltaron que son episodios que se registran en todo el mundo y suele ser reportado por los pilotos en la fase de aproximación de aterrizaje (a unos ocho kilómetros). En Mendoza, esta área se condice con las zonas de Maipú, Guaymallén y Las Heras.
En Argentina, estos episodios están penados por el Código Penal (teniendo en cuenta que se pone en riesgo la seguridad de un vuelo) y apenas el piloto reporta la novedad hay que dar aviso al 911 y a la Policía Aeronáutica. De hecho, las fuerzas de seguridad están facultados para presentarse en el domicilio del “bromista” (en caso de identificarlo).
En Mendoza estos episodios no son muy comunes. Según destacaron algunos trabajadores del rubro aeronáutico, es en Guaymallén donde con mayor frecuencia se registra el punto de procedencia de estas “bromas”, sobre todo en las inmediaciones del Mendoza Shopping-, ya que es el momento del trayecto en que el avión inicia el descenso.
El peligro radica en que es justamente la aproximación final la parte más crítica del aterrizaje, y esa distracción puede desconcentrar a los pilotos. Y aunque se trate de una situación que puede extenderse por apenas unos pocos segundos, en encandilamiento con el láser pueden resultar fatal.
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Qué daño puede producir el láser en la vista
Argumentar desconocimiento ante lo molesto que puede resultar dirigir directamente un puntero láser a los ojos de una persona no resiste ningún tipo de análisis. De hecho, es frecuente verlo en los partidos de fútbol, donde la gente en la tribuna los usa para molestar y encandilar a los jugadores.
El oftalmólogo Sergio Figueroa indicó que -direccionados a los ojos- los punteros láseres pueden producir un daño irreversible en la mácula (membrana fina y delgada que protege el centro de la visión).
Un ojo humano.
El peligroso "chiste" de molestar con punteros láser a aviones y por qué puede desencadenar una tragedia
Imagen ilustrativa
“Las imágenes llegan a la retina luego de atravesar la córnea, el cristalino y el humor vítreo. El centro de la visión está cubierto por la mácula, y es bastante delicada. Esto es lo que se afecta en la gente grande y se va perdiendo la visión central. También está la visión periférica, que es lo que permite ver hacia los costados”, resumió Figueroa a Los Andes, indicando que lo que puede dañarse con los láseres es la visión central.
El especialista resaltó que dicha membrana es "sagrada" y que precisamente por esto es que se recomienda no mirar eclipses sin protección y no apuntar láseres a los ojos, entre otras cosas.
“El ojo humano tarda unos 10 minutos en adaptarse a la visión nocturna, por eso cuando nos disponemos a aterrizar empezamos a apagar algunas luces en la cabina. Imaginate que cuando el ojo ya está acostumbrado, de repente entra un rayo de luz tan potente como es la del láser a la cabina y hace todo un destello en la vista, que nos distrae y vuelve a dilatar la pupila. Y otra vez tiene que volver a adaptarse. A esa situación agregale que suele ocurrir cuando estamos a dos o tres minutos del aterrizaje", resumió hace unos años el piloto de avión Ariel Zambrano a Los Andes.
Cuando el haz de luz impacta en la cabina, se produce una especie de explosión luminosa que afecta a todo el interior, por lo que no se requiere que la puntería del emisor sea precisa. Solo con iluminar es suficiente para que implique un riesgo.