Cada vez más familias se enfrentan a la misma inquietud: ¿cómo acompañar a los hijos en un mundo atravesado por pantallas, redes sociales e inteligencia artificial? Los celulares ya no son solo una herramienta de comunicación, sino un espacio de socialización, entretenimiento y aprendizaje. Y si bien abren enormes oportunidades, también plantean riesgos que padres y madres no siempre saben cómo manejar.
En este contexto, la especialista en Educación de UNICEF Argentina, Cora Steinberg, participó del encuentro “Aprendizajes efectivos con IA en alfabetización y matemática”, realizado el 21 de octubre de 2025 en la Universidad Austral, y compartió un mensaje que interpela tanto a escuelas como a familias: “No se trata de prohibir la tecnología, sino de enseñar a usarla con criterio y responsabilidad”.
Steinberg explicó que los celulares y la inteligencia artificial ya son parte de la vida cotidiana de los niños y adolescentes, y que el desafío está en ayudarlos a desarrollar responsabilidad para el buen uso y la convivencia digital. “La escuela y el hogar deben ser espacios donde se hable de lo que pasa en el mundo digital, donde los chicos aprendan a interpretar la información y a usar la tecnología de manera ética”, señaló.
En este sentido, las pantallas y la IA no deben verse como enemigas, sino como herramientas que requieren acompañamiento adulto y educación en pensamiento crítico. Según la especialista, muchos sistemas educativos aún no han logrado adaptarse a esta nueva realidad, y eso genera un vacío que las familias muchas veces intentan llenar solas. Por eso, el hogar, junto con la escuela, debe transformarse en un espacio donde se dialoga sobre lo que pasa en el mundo digital, se analizan los contenidos y se aprende a convivir en entornos conectados.
Durante su exposición, compartió datos que muestran la magnitud del fenómeno:
- Un estudio de UNICEF indica que el 95% de los niños y adolescentes entre 9 y 17 años tiene celular con conectividad.
- El informe Kids Online 2025 en Argentina revela que los chicos pasan buena parte de su tiempo en entornos digitales, donde encuentran tanto oportunidades de aprendizaje como riesgos de exposición o desinformación.
- Los resultados de la evaluación nacional Aprender destacan la necesidad de fortalecer la alfabetización y las habilidades para comprender y analizar la información en contextos digitales.
Para Steinberg, acompañar no significa controlar cada movimiento, sino abrir espacios de conversación, reflexión y construcción conjunta de criterios. “Cuando los chicos nos cuentan lo que ven o hacen en línea, ahí hay una oportunidad educativa: la de enseñarles a distinguir fuentes, contrastar datos y pensar en las consecuencias de lo que comparten”, subrayó.
Cinco recomendaciones para acompañar a los hijos en el uso de la tecnología
- Dialogar sin juzgar. Preguntar qué aplicaciones usan, qué les gusta y con quiénes interactúan. Escuchar antes de imponer reglas ayuda a construir confianza y conocer los espacios por los que transitan en la web.
- Establecer límites claros. No se trata de prohibir, sino de acordar horarios y momentos sin pantallas (por ejemplo, durante las comidas o antes de dormir), para hacer otras actividades: leer, conversar, jugar.
- Compartir experiencias digitales. Ver juntos un video, explorar una app educativa o buscar información sobre un tema de interés permite aprender en conjunto y conversar sobre lo que aparece en línea.
- Fomentar el pensamiento crítico. Ayudar a los hijos a detectar noticias falsas, distinguir publicidad o analizar quién produce la información que consumen.
- Dar el ejemplo. Los adultos también deben cuidar su propio uso de la tecnología: dejar el celular en ciertos momentos o priorizar la conversación cara a cara enseña más que cualquier discurso.
El mensaje de Steinberg fue claro: la tecnología no va a desaparecer, pero sí podemos decidir cómo convivir con ella. Y en esa convivencia, las familias tienen un papel fundamental para formar ciudadanos digitales responsables, empáticos y críticos.