Lautaro Gutiérrez está cumpliendo este lunes sus segundos seis días de vida. Y es que este adolescente godoicruceño de 16 años fue trasplantado del corazón el 30 de septiembre, lo que convirtió a ese día en una especie de "segundo cumpleaños", el momento en que volvió a nacer.
"Va evolucionando re bien. Ayer caminó 100 metros con la kinesióloga, hoy hizo bastante también. Lo que nos dijeron en el parte médico es que va de diez. Todavía no hay fecha para el alta, pero -gracias a Dios- va todo muy bien", describe, con alegría y emoción, Micaela Britos, mamá de Lauti.
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Lautaro Gutiérrez y su novia, Estefanía.
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La historia de Lauti conmovió a todo el país, tanto que llegó a los medios y su familia y sus amigos comparten a diario mensajes de apoyo y agradecimiento en Instagram (@todos.por.lauti). Y en esta nueva vida que empezó a vivir este estudiante -quien también es jugador de futsal en Don Orione- comienzan a jugar aspectos que, quizás, hasta ahora ni siquiera eran considerados por "Guti" (como lo llaman sus amigos de fútbol) y su familia.
"Ahora empieza un proceso en el cual el paciente se tiene que cuidar, y mucho. Y es todo un tema con los chicos. Poco a poco va a poder retomar su vida normal -siempre ligado a la capacidad previa-, pero con cuidados y controles permanentes. Por ejemplo, ya no puede compartir la bombilla del mate, porque son pacientes que quedan inmunodeprimidos por el resto de su vida y deben evitar enfermedades virósicas", resumieron los doctores Roberto Welti (Jefe de Cirugía Cardíaca y Trasplante), Nicolás Renna (jefe de Unidad Coronaria) y Federico Welti, todos del Hospital Español y donde se hizo el trasplante.
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Los médicos Federico Welti, Roberto Welti (Jefe de Cirugía Cardíaca y Trasplante) y Nicolás Renna (jefe de Unidad Coronaria), del Hospital Español.
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Además, los especialistas explicaron cómo es todo el operativo que se despliega y activa una vez que aparece un órgano compatible con alguna persona que se encuentra en lista de espera del Incucai e Incaimen.
Contrarreloj: cuatro horas para el trasplante
Dentro de los pacientes en lista de espera de órganos existen tres tipos de categoría: de Emergencia, de Urgencia y Electivo (de mayor a menor complejidad). En el caso de Lautaro, el adolescente se encontraba en una lista de urgencia, porque requería de drogas y monitoreo hemodinámico para mantenerse estable. En pocas palabras, no era un paciente candidato a permanecer a la espera en su casa.
Luego de que el 15 de agosto le diagnosticaran una miocarditis aguda a Gutiérrez -quien es alumno de 4° año de la modalidad de Educación Física del colegio Nuestra Señora de la Consolata (Guaymallén)-, el 21 de ese mismo mes lo tuvieron que internar en el Hospital El Carmen. Ese mismo día, los médicos comenzaron con los estudios de pretrasplante, donde se evaluó si era candidato o no a entrar a la lista.
Finalmente, el 4 de septiembre, en tanto, los médicos confirmaron plenamente que Lauti había ingresado a la lista de espera de trasplante del corazón del Incucai. Y el 30 de septiembre, el mismo día en que avisaron que había un corazón disponible, se hizo el trasplante.
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La madrina de Lautaro se tatuó un corazón con la fecha del trasplante.
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"El proceso empezó entre a la una en la madrugada del día que se hizo el trasplante (30 de septiembre), cuando se pusieron en contacto para avisar que había un corazón. Allí comenzó todo el operativo y parte del equipo viajó a completar todo esto, mientras que la operación fue entre las 4:30 y las 5 de la mañana. Mientras tanto, el resto del equipo se quedó en la institución preparando todo para el implante", destacaron los especialistas.
El tiempo transcurrido entre el momento en que se hace la ablación del corazón (o cualquier órgano) hasta que se implanta es lo que se conoce como isquemia (período en que un órgano permanece sin flujo sanguíneo). Según destacaron los doctores Welti (padre e hijo) y Renna, lo óptimo es que no exceda las cuatro horas ese tiempo desde que se hace la parada cardíaca hasta que se inicia de nuevo la perfusión.
En tanto, en ese interín se desarrolla el viaje y todos los preparativos para la operación. Por esto mismo es que, mientras parte del equipo se encargó de viajar a buscar el corazón para Lauti, otro grupo se quedó preparando todo el quirófano y toda la unidad coronaria (para reservarla a esta cirugía). Todo ello transcurrió durante el mencionado periodo de isquemia.
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El equipo del Hospital Español que participó del trasplante de corazón del que habla todo el país.
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En la situación que tuvo lugar a fines de septiembre en el Español intervinieron entre 20 y 25 personas en total, entre cardiólogos, anestesistas, instrumentistas, cirujanos, infectólogos y enfermeros. Además, fueron fundamentales los profesionales del Hospital El Carmen, quienes hicieron posible que el adolescente de 16 años llegase en óptimas condiciones para recibir el trasplante.
Ya en el proceso de ablación propiamente dicho intervinieron cinco personas, que fue el equipo del implante, conformado por el anestesiólogo, los cirujanos e instrumentista.
La vuelta a la (nueva) normalidad
Si bien Lautaro Gutiérrez ha encontrado una nueva oportunidad para volver a nacer, el regreso a la rutina será por demás paulatino y con constantes controles. El regreso a las canchas de fútbol por ejemplo -una de las grandes pasiones del adolescente- deberá esperar.
"Después del trasplante y el alta, el paciente tiene que seguir conectado con el centro para controlarse periódicamente, principalmente en cómo está desde el punto de vista de general, pulmones y la función cardíaca. Eso será de por vida, aunque con el tiempo el control se puede ir haciendo cada vez más espaciado", destacaron los especialistas del Hospital Español.
Incluso, las mismas drogas inmunosupresoras -y que son las que actúan para evitar el rechazo del órgano trasplantado- tienen cada vez menos efectos colaterales.
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Lautaro y su papá, Víctor.
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"Hay que tener cuidado a veces, con la expectativa de todo esto, porque es un cuadro bastante especial. Pero la evolución ha sido muy buena, esperable y adecuada para un trasplante de este tipo en el postoperatorio. Ahora tenemos que hacer los controles que incluyen la biopsia endomiocárdica para ver que no haya ningún tipo de rechazo. No se puede bajar la línea de control en los primeros meses", concluyeron.
De no presentar rechazo o complicaciones, quizás Lautaro pueda regresar a su casa dentro de 10 días y seguir con los controles, de forma ambulatoria.