Quién es quién en el crimen del médico Sebastián Prado

Pasaron más de cuatro años del asesinato del traumatólogo y la causa volvió a reactivarse con la detención del presunto autor del homicidio.

Quién es quién en el crimen del médico Sebastián Prado
Quién es quién en el crimen del médico Sebastián Prado

A cuatro años del crimen de Sebastián Prado, finalmente se detuvo -por segunda vez- a Jonathan "El Johnny" Morales, el único sospechoso acusado de matar al médico en septiembre de 2013 cuando salía de su casa de Ciudad junto a su familia.

Con la detención de este joven, el caso volvió a resonar en la sociedad mendocina, que ahora observa con detenimiento cuáles serán los siguientes pasos en la Justicia para esclarecer el caso que puso en evidencia que la inseguridad no era una sensación.

Quién es quién en el caso de Sebastián Prado:

La víctima fatal

El médico Sebastián Prado fue asesinado a balazos el 6 de septiembre de 2013 cuando salía de su casa junto a su esposa, Carla Santarelli, y sus dos hijos, en la calle López de Gomara de la Sexta Sección.

Un delincuente intentó robarle su camioneta con los nenes a bordo, hubo un forcejeo y finalmente le disparó tres veces. Minutos después, Prado falleció en el hospital Lagomaggiore.

Era jefe de Traumatología en el hospital Central y era muy respetado por sus colegas, quienes fueron los primeros en salir a la calle por aquellos días a reclamar justicia por el homicidio.

"Sebastián era un médico muy querido en la comunidad, un traumatólogo con muchísimo futuro y una muy buena trayectoria y él mismo seguramente ha auxiliado varias veces a gente que debe haber llegado al hospital en hechos similares o a victimarios que han sido heridos en distintos actos de vandalismo", expresó en ese momento Daniel Coria, presidente del Círculo Médico de Mendoza.

Su mamá, incansable luchadora

Blanca Sotelo, la madre de Sebastián Prado, se convirtió en un emblema de la lucha para esclarecer quién fue el asesino de su hijo. Desde el minuto uno se involucró en la investigación para que el crimen de Sebastián no quedara impune ni tampoco cayera en el olvido.

Se la vio siempre presente en cada multitudinaria marcha que se realizó en honor a Sebastián y a las víctimas mendocinas de la inseguridad. Incluso, fue engranaje principal en la detención de Jonathan Morales, quien fue puesto en libertad en 2013 y ayer cayó por segunda vez como presunto autor del crimen.

En septiembre del año pasado, Blanca Sotelo se presentó ante la Justicia y aportó un dato crucial: un testigo le dijo que en la noche del homicidio, el bar donde trabajaba Morales se encontraba cerrado, lo que es opuesto a la declaración del dueño del bar, quien aseguró que a la hora del crimen "El Johnny" estaba ahí como cocinero.

"Llevo 52 meses de agonía, doy gracias a Dios por esto, es un milagro", manifestó ayer Blanca tras la detención de Morales. "Como mamá, siempre supe que fue él", contó ante la prensa.

Carla y el casamiento que nunca sucedió

Carla Santarelli es la novia de Sebastián y vivió la noche del crimen en primera persona. Ella estaba subiendo a sus dos pequeños hijos a la Renault Duster para asistir, junto a Prado, a una fiesta de cumpleaños la noche del 6 de septiembre. Pero todo cambió: escuchó disparos y luego se encontró con su pareja ensangrentada en el piso.

Según trascendió en aquel momento, Carla y Sebastián iban a casarse pocos días después del crimen. Su fortaleza ante semejante hecho pudo más y encabezó las marchas por justicia para Sebastián, se metió de lleno en la investigación del caso y brindó lo mejor de sí misma para asegurar el futuro de sus dos pequeños hijos.

Incluso, cuando la causa estaba por quedar impune tras la liberación de los sospechosos, sufrió dos robos, uno cuando tomó el colectivo y otro cuando dejó estacionado su auto en la vía pública: le sustrajeron la billetera con documentos personales, tarjetas, dinero y hasta la butaca de uno de sus hijos, según contó a la prensa en diciembre de 2013.

Pese a que pudo recuperar sus pertenencias, una vez más la inseguridad la dejó abatida, pero salió adelante y no se dejó doblegar.

Los dos sospechosos

Tras la muerte del médico, comenzó una larga investigación acerca de quién fue el autor criminal del hecho, en medio de reclamos multitudinarios de justicia por el traumatólogo y otros crímenes que venían ocurriendo en aquella época.

En las inmediaciones de la villa Malargüe de Ciudad, cayeron dos sospechosos: Ismael Andrés "Pipi" Merlo (26), señalado e imputado como partícipe secundario del homicidio, y Jonathan "El Johnny" Morales (24), acusado de ser el autor material del hecho.

Merlo fue detenido luego de que un testigo “de identidad reservada” declarara ante el fiscal Daniel Carniello que había escuchado a los sospechosos decir: “Matamos un tipo, tenemos que hacer desaparecer el arma”.

Sin embargo, se constató que las huellas dactilares en el vehículo de Prado no eran las de los detenidos y que tampoco tenían una moto, como dijo el denunciante.

Otro punto que jugó a su favor fue el testimonio de un comerciante, quien aseguró que Morales estaban trabajando en un bar a la hora del crimen. A poco de cumplirse un mes del homicidio de Prado, ambos quedaron en libertad en 2013 por falta de pruebas en su contra.

El testigo del bar

"El negocio estaba abierto. Mientras atendíamos a los clientes, vimos por el noticiero la noticia del homicidio del médico. En ese momento estábamos comiendo unas papas revueltas que él nos había preparado”, dijo el dueño de un bar ubicado en calle Colón de Ciudad, donde trabajaba Jonathan Morales, señalado como el autor del crimen.

La Justicia llamó a declaración al empleador, quien aseguró que "El Johnny" cumplía sus tareas como cocinero a la hora en que se produjo el crimen de Prado, es decir, cerca de las 21 del 6 de septiembre de 2013. Gracias a este testimonio, Morales obtuvo la libertad días después de ser detenido por primera vez por el brutal asesinato.

Principal acusado, tras las rejas

Cuatro años después del homicidio, "El Johnny" Morales fue nuevamente detenido ayer tras la declaración de Ezequiel Orozco, quien está acusado de matar al jubilado José Federico Álvarez (70) en una finca de Guaymallén.

Orozco aseguró que Morales fue su “asesor”, que lo ayudaría a robar algunas pertenencias al dueño del lugar e incluso matarlo si era necesario. Ante lo declarado, la fiscal Claudia Ríos ordenó la detención por segunda vez de “El Johnny”, cuando estaba en Puente de Hierro.

La imputación fue doble, tanto por la muerte de Álvarez ("homicidio criminis causa") y por la de Prado. En este último caso, se le revocó la libertad que tenía -nunca fue sobreseído- y sigue imputado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma.

Las dos causas se acumularon y quedaron abajo la órbita de Ríos, quien perdió un día de sus vacaciones para "cerrar" el caso, al menos en lo que respecta a la primera parte de esta reactivación.

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