Una anestesista contó cómo fue atender a un paciente lleno de tatuajes nazis y su relato se hizo viral

Elena Casado Pineda compartió una experiencia impactante en la sala de operaciones al revelar los desafíos que enfrentan los médicos al tratar con situaciones delicadas.

La incómmoda intervensión en la que debió primar la atención al paciente
La incómmoda intervensión en la que debió primar la atención al paciente

Elena Casado Pineda, una anestesista reconocida, ha compartido a través de su cuenta de TikTok una experiencia impactante en la sala de operaciones, donde tuvo que atender a un paciente repleto de tatuajes con símbolos nazis, revelando los desafíos que enfrentan los médicos al tratar con situaciones tan delicadas.

En un video publicado en su cuenta @medicilio, Elena Casado Pineda confirma que los médicos no pueden negarse a atender a un paciente, independientemente de sus creencias o ideologías. Sin embargo, relata una situación particularmente desafiante en un quirófano, donde ella se desempeñaba como anestesista junto a dos cirujanos.

El paciente, al que describe como “nazi vintage”, estaba completamente tatuado con símbolos nazis, incluyendo la esvástica y la imagen de Hitler, entre otros. Durante el procedimiento, que no incluía anestesia total sino raquídea, el paciente comenzó a emitir comentarios xenófobos, racistas y homófobos, lo que generó una atmósfera tensa en la sala.

Lo más sorprendente, y lo más gracioso para Elena, fue que uno de los cirujanos era ecuatoriano, otro era gay, y Elena Casado Pineda misma se identifica como perteneciente al colectivo y de tendencia roja (modo que tienen es España de llamar a las personas con ideologías de izquierda o progresistas). Ante esta diversidad de identidades, Elena, se acercó a sus compañeros de equipo y dijo “Este, si supiera quienes somos, y si tuviera la oportunidad nos hubiera gaseado a todos”, refiriéndose a una clara alusión al Holocausto y al régimen nazi.

*Una de las internautas compartió una situación similar. “Eso me ha recordado,una situación al revés. La segunda cita con la pediatra, mi peque 20 días. Todo muy bien y al terminar me dice la ‘si vienes otro día y ves que te miro mal es que te confundo con otra madre que me cae fatal’ me quedé en blanco. Yo que nunca digo nada que pueda molestar e intento ser lo más amable y educada que se trabajo de cara al público y se que hay de todo”. Eso sí cambié de pediatra.”

La anestesista pone de relieve la complejidad de la profesión médica, donde los profesionales deben poner de lado sus propias opiniones y convicciones personales para brindar atención médica adecuada a todos los pacientes, incluso aquellos cuyas creencias pueden ser profundamente contrarias a las suyas propias.

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