3 de septiembre de 2025 - 14:45

Un truco pocos conocen: cómo hacer un café como de cafetería en casa y solo con 1 ingrediente secreto

No hace falta salir de casa para disfrutar un café con aroma intenso, espuma firme y sabor balanceado.

El café ocupa un lugar especial en la rutina de los argentinos, es compañero de charlas, excusa para una pausa en la jornada laboral y ritual de las mañanas. Incluso, muchos disfrutan salir a tomarlo en una cafetería, donde la textura de la espuma y el equilibrio de sabores parecen imposibles de reproducir en casa.

Sin embargo, existe un secreto simple y poco conocido que puede acercar ese resultado de barista a la cocina propia. Se trata de agregar una pizca de sal antes de batir la espuma.

sal en el café

Aunque parezca extraño, la sal potencia el sabor natural del café, reduce la acidez y ayuda a que la espuma quede más estable y cremosa. No se trata de salar la bebida, sino de sumar una mínima cantidad que realza las notas del grano y transforma la experiencia.

Este truco, usado en algunas cafeterías de manera discreta, demuestra que no siempre es necesario un equipamiento costoso para lograr una taza memorable. Lo importante es la precisión, ya que una pizca de sal de más puede arruinar la preparación, mientras que la cantidad justa transforma la bebida.

Ingredientes

  • 1 taza de café recién hecho (puede ser de cafetera italiana, prensa francesa, cápsula o filtro)
  • ½ taza de leche entera o descremada, según preferencia
  • 1 pizca muy pequeña de sal fina
  • Azúcar o endulzante a gusto (opcional)
  • Canela, cacao en polvo o ralladura de chocolate para decorar (opcional)

Paso a paso para una taza de café con espuma al estilo cafetería

  1. El primer punto es la calidad del café. No es necesario comprar granos exóticos, pero sí conviene elegir uno de tueste reciente y molido adecuado al método de preparación. Si es molido al momento, mejor aún.
  2. Prepará el café como lo hacés habitualmente, procurando que quede concentrado. Una cafetera italiana o moka da un resultado intenso y cercano al espresso, pero cualquier método puede funcionar.
  3. Colocá la leche en un jarrito y calentala hasta que esté a punto de hervir, pero sin llegar al hervor. Lo ideal es que alcance unos 65 a 70 grados, temperatura que permite desarrollar la dulzura natural de la leche sin que se queme.
    café en casa
  4. Antes de batir la leche para generar espuma, agregá una pizca de sal fina. La cantidad es mínima: lo suficiente como para realzar el sabor sin que la bebida quede salada. Este paso es clave para lograr un sabor más equilibrado y una espuma más consistente.
  5. Podés hacerlo con un batidor de mano, un espumador eléctrico o incluso en un frasco con tapa, agitándolo con fuerza. La sal ayuda a estabilizar las burbujas, logrando una espuma más densa y cremosa, similar a la que preparan los baristas.
  6. Colocá el café en la taza y, lentamente, volcá la leche espumada por encima. Si querés, podés decorar con un poco de canela o cacao en polvo.
  7. El resultado será un café con cuerpo, espuma firme y un sabor muy cercano al de las cafeterías.

Consejos extra para un café casero de calidad

  • Elegí buen agua: al ser el componente principal, usar agua filtrada mejora notablemente el sabor final.
  • No recalentar el café: una vez hecho, consumilo enseguida. Recalentarlo en microondas altera su aroma y sabor.
  • Probá distintos granos: los de origen colombiano, brasileño o etíope tienen perfiles muy diferentes. Encontrar el adecuado para tu gusto es parte de la experiencia.
  • Cuidá la leche: entera genera espuma más cremosa, mientras que la descremada ofrece una textura más liviana. Podés experimentar con leches vegetales, aunque cada una reacciona distinto al batido.
  • Jugá con los toppings: un poco de canela, cacao o chocolate rallado no solo suman aroma, también aportan la sensación de “café de cafetería”.
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