Sin pileta, ni ventilador ni aire acondicionado: 5 trucos para enfrentar el calor en casa, sin gastar dinero
Con pocos elementos y pequeños cambios, es posible crear un entorno más habitable que permita atravesar la ola de calor con menos desgaste y mayor bienestar.
El verano ya se siente en Argentina y el calor vuelve a poner a prueba la paciencia y el cuerpo de millones de argentinos. Y, ante esta situación que se repite año tras año surge una pregunta inevitable, la de cómo sobrellevar temperaturas extremas cuando no se cuenta con pileta, aire acondicionado ni siquiera un ventilador.
Aunque parezca que las alternativas son pocas, existen trucos caseros simples y efectivos que pueden marcar la diferencia entre una jornada sofocante y una más llevadera.
Muchos de ellos se basan en principios básicos de termorregulación y en pequeños cambios en la rutina del hogar que ayudan a mantener el cuerpo y los ambientes más frescos, incluso cuando afuera el termómetro no da tregua. Incluso, la mayoría se pueden aplicar si se contara con pileta o ventilador, si es necesario.
Los 5 trucos "low cost" para enfrentar la ola de calor en Argentina
1. Toalla helada “anti-calor”
Uno de los recursos más inmediatos y eficaces es la toalla helada. Humedecer una toalla chica, colocarla unos 30 minutos en el freezer y luego apoyarla en zonas estratégicas —cuello, nuca o frente— permite bajar la temperatura corporal de forma rápida. Actúa directamente sobre áreas de alta irrigación sanguínea, generando alivio inmediato y pudiendo repetirse varias veces al día sin riesgos.
toalla para el calor
2. Botella congelada en puntos clave del cuerpo
Otra técnica muy efectiva consiste en usar una botella de agua congelada envuelta en un paño fino en axilas, ingles o detrás de las rodillas. Estos puntos, donde pasan vasos sanguíneos importantes, facilitan la disminución de la temperatura corporal general. Es un recurso simple, económico y accesible para cualquier persona.
Limitar la entrada de luz directa puede cambiar rotundamente la sensación térmica dentro del hogar. Mantener cortinas cerradas, persianas bajas y ambientes en penumbra durante las horas de mayor exposición solar evita que las superficies acumulen calor y reduce varios grados la temperatura interior. Es especialmente útil en viviendas que reciben sol directo durante gran parte del día.
ducha agua caliente
La terapia de agua fría, no helada, supone múltiples beneficios para la salud.
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4. Apagar luces y electrodomésticos
Aunque no se perciba a simple vista, muchos electrodomésticos generan calor incluso en reposo. Apagar luces —en especial las halógenas— y desconectar aparatos que no se estén utilizando ayuda a mantener la casa más fresca. También es una manera de disminuir el consumo energético durante los días más exigentes del verano.
5. La importancia de la hidratación
Ningún truco funciona plenamente si se descuida este punto. En días de calor extremo el cuerpo pierde agua con rapidez, a veces sin provocar sensación de sed. Por eso es esencial beber líquidos de forma constante: agua fresca, infusiones frías, jugos naturales sin azúcar y frutas ricas en agua como melón, sandía o pepino. Mantener una correcta hidratación ayuda a regular la temperatura interna y previene mareos, dolor de cabeza y golpes de calor.
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La hidratación es muy importante en los días de calor.
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Cómo preparar la casa para que no acumule calor
Además de los trucos directos para refrescar el cuerpo, existe otro aspecto clave que muchas veces se pasa por alto: la preparación del hogar antes de que el calor extremo llegue para quedarse.
Adelantarse a la ola y generar pequeñas modificaciones en la casa puede reducir notablemente la temperatura interior, incluso sin disponer de ventiladores o aires acondicionados. La idea es evitar que el calor ingrese y, al mismo tiempo, impedir que el que ya está adentro se siga acumulando.
Limpieza cortinas
Cerrar ventanas y cortinas.
Una estrategia muy útil consiste en identificar cuáles son las paredes y ventanas que más sol reciben durante el día. Colocar cortinas más gruesas, láminas reflectivas o incluso improvisar paneles con mantas claras puede funcionar como una barrera térmica casera.
También se recomienda ventilar la vivienda únicamente en las primeras horas de la mañana y después del atardecer, cuando el aire exterior está más fresco, para renovar la circulación sin dejar entrar el calor del mediodía.