Hay recetas que se convierten en favoritas apenas las descubrimos, y estas galletas de coco son un ejemplo perfecto. No hace falta ser un experto en la cocina para prepararlas, con apenas tres ingredientes básicos y unos minutos de horno, salen unas galletitas doradas por fuera, suaves por dentro y con ese sabor que enamora a cualquiera.
Lo más tentador de esta receta es que no lleva harina ni manteca, lo que las hace más livianas y, además, aptas para quienes buscan reducir el consumo de harinas tradicionales.
Tampoco se necesita batidora, procesadora ni pasos complicados. Un bowl, una cuchara y ganas de algo rico alcanzan para tener un resultado que parece sacado de una panadería.
Estas galletas de coco son perfectas para acompañar el mate de la tarde, un café después de la cena o como un snack dulce a cualquier hora del día. Además, se pueden personalizar fácilmente, un toque de chocolate fundido por encima, unas almendras enteras para decorar o incluso un poco de ralladura de limón para darle frescura.
Otra ventaja es que son rendidoras. Con esta receta básica salen unas dos docenas de galletitas, suficientes para compartir en familia o invitar a los amigos. Y si las guardás en un frasco hermético, se conservan crocantes durante varios días sin perder sabor.