Sin gluten y sin aceite: cómo hacer un delicioso y esponjoso budín marmolado
Esta receta rescata el clásico sabor de vainilla y cacao, adaptada para ser apta para celíacos y más liviana. El truco está en una preparación que garantiza la máxima esponjosidad.
Hay sabores que nos remiten directamente a la infancia, a la mesa de la abuela y entre los clásicos argentinos está el budín marmolado que ocupa un lugar de honor. Esa combinación perfecta de vainilla y cacao, entremezcladas en un remolino de sabor, es un verdadero mimo al alma.
Pero para las personas celíacas o aquellas que simplemente eligen una alimentación libre de TACC (Trigo, Avena, Cebada y Centeno), o para quienes buscan reducir el consumo de grasas, disfrutar de ese budín tierno y esponjoso parecía algo imposible. La buena noticia es que la repostería moderna y consciente permite recrear esos placeres sin sacrificar sabor ni textura.
El budín marmolado sin gluten es una propuesta que une lo mejor de dos mundos: la calidez de lo casero y la tranquilidad de lo saludable y apto, ideal para acompañar el café o un buen mate, dulce o amargo.
budín marmola
Ingredientes para el budín
100 cc de leche. (Si prefieren una versión sin lácteos, pueden sustituirla por jugo de naranja o cualquier leche vegetal)
250 gramos de premezcla sin gluten (o premezcla para celíacos)
200 gramos de azúcar
2 huevos
1 cucharada de polvo de hornear (equivalente a 10 gramos)
1 cucharada de esencia de vainilla
50 gramos de manteca a temperatura ambiente
50 gramos de chocolate en polvo
El paso a paso para hacer un budín sin gluten perfecto
En un bowl amplio, colocar el azúcar, la premezcla, el polvo de hornear y la manteca blanda (en punto pomada).
Con la punta de los dedos o una batidora de mano, mezclar estos ingredientes hasta lograr un "arenado", es decir, una textura similar a la arena húmeda. Este paso es crucial para la distribución de la manteca y la esponjosidad final.
A la mezcla anterior, incorporar los dos huevos, la leche (o el líquido elegido) y la cucharada de esencia de vainilla. Batan enérgicamente o utilicen la batidora hasta obtener una masa lisa, homogénea y sin grumos visibles.
Una vez que la masa base esté lista, dividirla en dos partes iguales en dos boles diferentes.
budín marmolado sin gluten
A una de las mitades, dejarla tal cual (sabor vainilla). A la otra mitad, agregar los 50 gramos de chocolate en polvo y mezclar hasta que el color sea uniforme y profundo.
Preparar una budinera enmantecándola bien y enharinándola con maicena (almidón de maíz) para asegurar que el budín no se pegue. Para lograr el efecto marmolado, viertan las dos preparaciones en el molde de forma intercalada: una cucharada grande de masa de vainilla, luego una de chocolate, otra de vainilla y así sucesivamente.
No es necesario mezclar, la propia consistencia de la masa y el calor del horno harán el resto.
Llevar el molde a un horno que ya debe estar precalentado a temperatura media 180°. Cocinar durante un tiempo de 35 a 40 minutos. Para verificar que esté listo, pinchar el centro con un palillo; si sale completamente seco, el budín está perfecto.
Un consejo vital para que su budín salga impecable y no se hunda en el centro: la masa no debe ocupar más de la mitad de la altura del molde. Esto le da espacio para crecer durante la cocción de forma pareja y evitará que se derrame.
Una vez horneado, dejarlo reposar unos minutos antes de desmoldar y ya está listo para poder disfrutar de este clásico renovado, apto para todos. Si lo desean, puedo buscar ideas para un topping o cubierta de chocolate sin gluten para coronar este budín.