Si tenés una toalla vieja, desgastada o manchada podés reciclarla con simples costuras. Es un método muy simple para darle una segunda vida útil para el día a día. Solo necesitás una tijera y unos elementos que seguro ya tenés en casa.
Una prenda que parece destinada a la basura puede transformarse en algo práctico para la casa. En pocos minutos, podrás aprovechar esta forma de reciclaje.
Si tenés una toalla vieja, desgastada o manchada podés reciclarla con simples costuras. Es un método muy simple para darle una segunda vida útil para el día a día. Solo necesitás una tijera y unos elementos que seguro ya tenés en casa.
La clave está en el tipo de tela de la toalla, que absorbe mejor que otro tipo de fibras. Esta reutilización es sustentable y será una herramienta de limpieza eficiente y resistente.
En pocos minutos tendrás una herramienta de limpieza lista para usar, con mayor absorción que las mopas. Es ideal para pisos lisos o baldosas. Y podés lavarla después de cada uso. Esta idea extiende la vida útil de estos materiales domésticos y además estás ayudando al medio ambiente y a tu bolsillo.
Las toallas tienen una gran capacidad de absorción, incluso cuando pierden suavidad o color. Muchas veces se tiran por desgaste estético y no por falta de funcionalidad. Reutilizarlas para la limpieza permite reducir residuos textiles, que representan un alto porcentaje de desechos en el hogar.
Los trapeadores comerciales suelen tener partes plásticas que se rompen fácilmente o materiales que no se lavan bien. En cambio, utilizar una toalla para reciclaje puede usarse múltiples veces, lavarse en el lavarropas y hasta desinfectarse con facilidad. También se adapta a distintos tipos de piso y es más económica.