Estás en una cena con amigos, un almuerzo familiar o comiendo solo. El celular siempre está ahí: junto al plato, interrumpiendo bocados. Este gesto, cada vez más habitual, revela algo más que una simple costumbre. La psicología, la salud y la ciencia ya estudian qué hay detrás de esta necesidad de mirar la pantalla mientras comemos.
A simple vista, podría parecer solo una costumbre moderna más. Pero detrás de esa necesidad de revisar el teléfono en medio de una conversación o mientras comemos, puede haber algo más profundo. No se trata solo de estar “enganchado” a la tecnología: hay emociones, vacíos y mecanismos inconscientes en juego.
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Qué significa tu necesidad de mirar el celular mientras comés, según la psicología
El acto de mirar el celular mientras comemos no es inocente. Y en muchos casos, podría estar revelando más sobre nuestras relaciones, nuestros niveles de ansiedad y la forma en que lidiamos con el aburrimiento o la incomodidad.
Lo que dice la psicología del celular en la mesa
Según un estudio realizado por la Universidad de Columbia Británica y publicado en la revista Journal of Experimental Social Psychology, las personas que usan el celular durante las comidas experimentan niveles más bajos de satisfacción y conexión con los demás. Al parecer, el simple hecho de tener el teléfono a la vista ya basta para reducir la calidad del momento compartido.
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Qué significa tu necesidad de mirar el celular mientras comés, según la psicología
La psicóloga estadounidense Sherry Turkle, autora de Reclaiming Conversation, plantea que el celular actúa como una “muleta emocional”. Es decir, cada vez que aparece una pausa incómoda, una sensación de aburrimiento o una mínima señal de ansiedad, la mente busca refugio inmediato en la pantalla. Y esto, con el tiempo, interfiere en la capacidad de sostener conversaciones reales y de conectar con el presente.
Además, algunos especialistas advierten que este comportamiento puede estar asociado a una necesidad constante de estimulación, típica en personas con perfiles ansiosos o con dificultades para tolerar el silencio. En palabras de la neurocientífica Susan Greenfield, “el cerebro se está acostumbrando a vivir en un estado de alerta constante, donde cada segundo debe estar lleno de estímulos”.
¿Cómo afecta esto a la salud mental y emocional?
Más allá del impacto en los vínculos, el hábito de comer con el celular puede afectar la digestión, la conciencia corporal y el descanso mental. Diversos estudios han demostrado que comer distraídos reduce la capacidad de registrar señales de saciedad, lo que podría estar vinculado a problemas como la ansiedad alimentaria o el sobrepeso.
Desde la psicología, se recomienda empezar por tomar conciencia del automatismo. No se trata de demonizar el celular, sino de detectar cuándo se convierte en un mecanismo para evitar algo: una emoción, una charla incómoda o el simple hecho de estar con uno mismo. Comer sin distracciones no solo mejora la salud física, sino que también puede ser una puerta para recuperar algo esencial: la atención plena.
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Qué significa tu necesidad de mirar el celular mientras comés, según la psicología
En definitiva, si te cuesta dejar el celular mientras comés, no sos el único. Pero quizás sea momento de preguntarte qué estás buscando –o evitando– en esa pantalla. Porque a veces, lo más difícil no es soltar el celular, sino quedarte solo con vos.