Las firmas son más que un simple trazo en un papel: es una declaración de nuestra identidad. Algunas personas prefieren firmar con su nombre completo, mientras que otras usan solo sus iniciales o una versión abreviada. Detrás de esta elección pueden haber diversos factores psicológicos, culturales e incluso profesionales.
Podríamos elaborar varías teorías sobre si firmar con el nombre completo puede transmitir una sensación de formalidad, autoridad o deseo de reconocimiento. También sobre si puede ser un reflejo de la educación recibida, el contexto en el que se creció o la imagen que se quiere proyectar.
Firmas
Esto significa firmar con nombre y apellido según profesionales.
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Para entender mejor este fenómeno, dos psicólogas con conocimientos grafológicos ayudaron a descifrar qué revela nuestra forma de firmar sobre nuestra identidad y la manera en que nos relacionamos con los demás.
Qué significa firmar con nombre y apellido según la psicología y la grafología
“La grafología es una disciplina que busca conocer tanto la personalidad como el carácter de una persona a través del estudio y el análisis de la expresión gráfica de su escritura”, nos cuenta Paloma Rey, psicóloga y colaboradora de Doctoralia. “Dentro de esta disciplina es posible conocer qué factores de nuestra autoimagen, identidad y de la personalidad están reflejados en el hecho de que incluyamos nuestro nombre completo en nuestra firma”.
Por su parte, Bárbara Zorrilla, psicóloga y miembro de Top Doctors, afirma que “Nuestra firma, más allá de tener una función legal, es un autógrafo que puede reflejar nuestros rasgos de personalidad”.
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Esto significa firmar con nombre y apellido según profesionales.
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Zorrilla también advierte. “No se podría realizar una valoración completa de la personalidad de alguien exclusivamente a través de la firma, sin administrar otras pruebas ni realizar entrevistas complementarias”.
“La firma funciona como un autorretrato sintético”. “Para poder analizar este autorretrato se tienen en cuenta diversos factores como el tamaño, la inclinación, la longitud y colocación de la firma, la claridad de las letras y el temperamento de la persona firmante”, terminó.
Para la doctora Rey, firmar con el nombre completo es común en las personas que tienen una autoestima alta, una gran confianza en sí mismas y que aspiran a recibir un mayor reconocimiento social. Con ello, se buscaría validar y reafirmar nuestra identidad.
A nivel académico o laboral, se podría considerar que las personas que escriben su nombre completo en la firma buscan proyectar profesionalismo, seriedad y compromiso. Tanto la grafología como la psicología plantean que este tipo de firmas son comunes en personas organizadas, detallistas y con tendencia a seguir las normas.