Los posos de café que normalmente se tiran a la basura esconden un beneficio inesperado dentro del hogar y pueden ser un elemento de limpieza para el inodoro. El secreto está en la forma en la que actúa cuando se deja en reposo.
Un hábito inusual y poco conocido del café podría transformar el inodoro en un lugar más higiénico. Conocé para qué sirve y de qué forma realizar la práctica.
Los posos de café que normalmente se tiran a la basura esconden un beneficio inesperado dentro del hogar y pueden ser un elemento de limpieza para el inodoro. El secreto está en la forma en la que actúa cuando se deja en reposo.
La práctica es muy simple y solo hay que dejar que actúen sus propiedades durante varias horas. El contacto prolongado del café permite mejorar la higiene del baño sin necesidad de productos químicos costosos.
Si bien, normalmente se usa en otros destinos como abono para plantas o como repelente de insectos, en este caso, usarlo en el inodoro se destaca por la simplicidad y efectividad que aporta al ambiente del baño.
Según el sitio especializado Better Homes & Gardens, para realizar este truco solo hay que reunir los restos de café del día y tirarlos directamente en la taza del inodoro.
Tirar café al inodoro puede convertirse en un hábito sencillo que cambia el aroma del baño. Su acción natural contra los olores y las bacterias lo convierte en una alternativa práctica que no requiere gastos extras. Solo hay que dejar actuar la fórmula durante la noche para potenciar sus resultados.