Algunas personas lo consideran una muestra de alivio y otros creen que está fuera de lugar. Lo cierto es que cada vez que se escucha un aplauso después del aterrizaje, hay quienes se incomodan. Este gesto aparentemente inocente tiene una respuesta y no es tan obvia como parece.
No se trata solo de modales o preferencias personales. Desde el punto de vista de los propios pilotos, hay argumentos técnicos y culturales para explicar por qué ese tipo de aplauso podría no ser apropiado. Expertos explican y dan una opinión sobre el tema.
aplausos avion
Aplaudir al final de un vuelo genera polémica entre las personas.
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Qué opinan los pilotos al aterrizar
El piloto comercial y exinstructor de vuelo Captain John Cox, con más de 14.000 horas de experiencia, explicó en una entrevista con USA Today que la mayoría de los pilotos no esperan ni consideran necesario un aplauso al final del vuelo. Piensan que solo realizan su trabajo.
Sin embargo, no se considera ofensivo, de hecho, muchos colegas ven el aplauso como signo de temor o desconfianza, más que gratitud. Además, puede ser molesto para quienes tienen fobia a volar, ya que refuerza la idea de que aterrizar es algo riesgoso, cuando en realidad es parte de la rutina del vuelo.
Qué impacto tiene en la experiencia de las personas y la tripulación
El aplauso también puede generar incomodidad entre el resto de los pasajeros. Quienes viajan con frecuencia suelen verlo como una costumbre anticuada o poco elegante. En algunos casos, genera incomodidad o sorpresa, especialmente si ocurre tras un aterrizaje normal y sin turbulencias.
Desde la perspectiva de la tripulación de cabina, tampoco es un gesto relevante. Los asistentes de vuelo se concentran en asegurar el desembarque, mantener la calma y seguir protocolos. Un estallido de aplausos puede interrumpir anuncios, confundir o incluso provocar risas incómodas.
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Aplaudir al final de un vuelo genera polémica entre las personas.
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Aplaudir al aterrizar no es un delito, pero tampoco es una norma universal. Para muchos pilotos y viajeros, el gesto está fuera de lugar y transmite un mensaje equivocado. Por eso, para la tripulación, volar es una tarea profesional, no un espectáculo. La mejor forma de agradecer es con respeto y silencio.