Estudios recientes revelan que conversar y mantener contacto visual con los canes no solo refuerza la conexión emocional, sino que también genera reacciones fisiológicas positivas. Este hábito, común entre un dueño y su perro, estimula la liberación de oxitocina —conocida como la “hormona del amor”— y favorece la confianza y el apego mutuo.
Hablar con los perros se considera una manifestación de empatía y sensibilidad. Según la psiquiatra Liliana Hepner, la oxitocina es una sustancia que se libera en el cerebro y que ayuda a conectar, vincularse y disfrutar de los momentos cotidianos.
Investigaciones publicadas en Science demuestran que existe un “circuito positivo” de oxitocina entre personas y perros, impulsado por la mirada y la comunicación afectiva, que habría influido en la coevolución de ambas especies.
Las miradas y el afecto entre persona y perro facilitan la comunicación de apego social, fortaleciendo su relación
Las miradas y el afecto entre el dueño y su perro facilitan la comunicación de apego social, fortaleciendo su relación
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El impacto emocional es notable. Un estudio en Anthrozoös determinó que muchas personas se sienten más cómodas compartiendo emociones difíciles con su perro que con amigos o pareja, debido a que el animal escucha sin interrupciones ni juicios.
Expertas como Jen Golbeck y Stacey Colino señalan que expresar sentimientos con palabras, incluso a un perro, ayuda a procesarlos y disminuir su intensidad, mejorando el ánimo y reforzando el lazo.
Para los perros, los beneficios también son claros. Un trabajo de NeuroImage evidenció que el centro de recompensa cerebral responde más intensamente a la voz de su dueño que a la de extraños.
Además, el llamado “habla perruna” —tono suave y entonación similar a la usada con bebés— capta mejor su atención. Un estudio en Animal Cognition de 2018 comprobó que los perros prefieren este tipo de lenguaje y permanecen más tiempo cerca de quienes lo emplean, reforzando así el vínculo afectivo.
Según las investigaciones revisadas, incorporar la comunicación verbal y el contacto visual en la interacción diaria con los perros favorece la liberación de oxitocina y fortalece el vínculo entre ambas especies, por lo que los especialistas sugieren mantener estas prácticas como parte de la rutina de cuidado y socialización.