En la mayoría de los hogares argentinos hay, al menos, un par de zapatillas viejas guardado “por si acaso”. Esas que ya no sirven para caminar porque están gastadas, manchadas o deformadas, pero que cuesta tirar porque acompañaron años de uso.
Lo que muchos no saben es que ese mismo par, olvidado en el fondo del placard, puede convertirse en un objeto decorativo único, canchero y completamente personalizado.
El reciclaje dejó de ser solo una práctica ecológica para transformarse en una tendencia de diseño, y hoy las zapatillas rotas encuentran un nuevo rol: el de centro de mesa creativo, lleno de onda y con impronta propia.
Un par de zapatillas rotas o en desuso (preferentemente de lona o suela firme)
Pintura acrílica o pintura en aerosol del color que prefieras
Pinceles (si usás pintura acrílica)
Barniz acrílico transparente (opcional pero recomendado)
Flores secas (cardos, cola de zorro, eucalipto, lavanda, pampas o similares)
Papel viejo o diario para rellenar
Cinta de papel y bolsa de nylon para proteger la zona de trabajo
Un trapo húmedo
Paso a paso para convertir zapatillas viejas en un centro de mesa decorativo
Lo primero es limpiar bien las zapatillas. No hace falta que queden perfectas, pero sí libres de tierra o polvo. Con cordones queda más rústico; sin cordones, más minimalista.
Colocá papel o diario en el interior para que mantengan su forma y para que la pintura no traspase hacia adentro.
Extendé una bolsa grande o papel de diario sobre la mesa o el piso. La pintura en aerosol puede salpicar, así que asegurate de cubrir bien.
Elegí un color uniforme: blanco, negro, dorado, plateado o algún tono pastel que combine con tu decoración. La clave de este reciclaje es que la zapatilla deje de parecer un calzado y pase a verse como un objeto decorativo, y el color pleno ayuda muchísimo. *Con aerosol: agitá bien el envase y aplicá a unos 20 cm de distancia, en pasadas suaves y parejas. *Con acrílico: usá un pincel plano y aplicá la pintura en capas finas para evitar marcas.
Dejá secar según el tiempo indicado por el producto. Si es necesario, agregá una segunda capa.
Para darle mayor durabilidad, aplicá una capa de barniz acrílico transparente. Esto protege el color y le da un acabado más prolijo, ya sea mate o brillante. Además, ayuda a que no se salte la pintura con el paso del tiempo.
zapatilla centro de mesa.
Armado del centro de mesa
Una vez que las zapatillas están completamente secas, comenzá a armar la parte decorativa:
Colocá flores secas dentro de cada zapatilla.
Si las flores son muy altas, podés recortarlas para que queden más equilibradas.
Podés usar un solo tipo de flor o hacer un mix de texturas.
Si querés más firmeza, rellená con un poco más de papel para sujetar mejor las ramas.
El resultado final es un objeto con estética vintage, moderna o rústica, según los colores y las flores que elijas.