Cuando alguien cercano decide hacer un cambio para mejorar su salud, muchas veces nace la necesidad de acompañarlo desde la motivación y otras veces lo presionamos. Pero lo que empieza con buenas intenciones puede volverse un inconveniente si solo marcamos sus errores, dar órdenes o comentar el aspecto físico.
El apoyo comienza siempre en escuchar al otro y es clave preguntar como se siente al enfrentar un cambio en su salud y que piensa que le espera. Es una compañía o un impulso a la motivación, pero eso puede traer distintas consecuencias, aunque no influye en sus rutinas de ejercicio.
Esto lo afirma Torri Efron, terapeuta matrimonial y familiar especializada en trastornos alimentarios y agrega que realizar cualquier tipo de actividad entre dos personas puede hacer que las decisiones saludables se vuelvan más prácticas y menos tediosas.
Otro punto importante es que no debemos enfocar los logros solo en el cambio físico y a través de eso tratar de evitar frases sobre su peso o su apariencia. Es preferible reemplazarlos por destacar la constancia en su rutina, el buen ánimo y la energía que transmite hacia su entorno.
Qué evitar si querés ser un verdadero apoyo
- No titular términos de lo que es bueno o malo cuando se trata de comida o ejercicio
- Intentá evitar controlar sus elecciones porque cada proceso es personal
- No imponer tu visión de salud como si fuera la única válida
- No transformar la comida o el ejercicio en temas de culpa.
En el caso de que se produzca un retroceso es vital no criticar ni señalar fallas. Porque cambiar hábitos lleva un tiempo largo, y el apoyo silencioso es más importante que controlar a la persona, ya que suelen tener el efecto contrario al esperado.
Motivación
Hay otros factores aparte de la motivación para no arruinar el proceso.
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