En la práctica cotidiana aparecen muchas variantes: n.º, nro., núm., n°, incluso num.. La Real Academia Española (RAE) recoge las tres primeras como formas aceptadas: n.º, nro. y núm.. Es clave distinguir entre símbolos parecidos y respetar la puntuación: la abreviatura es eso, una contracción de la palabra, y por tanto suele llevar punto cuando corresponde.
¿Qué significan según la RAE y cuándo usarlas?
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n.º: forma tradicional y muy recomendada en textos formales. Se compone de la letra n seguida del indicador ordinal masculino (el voladito “º”) y, cuando la abreviatura cierra una palabra, se conserva el punto si la abreviatura así lo exige en el contexto. Ej.: Calle Rivadavia, n.º 120.
nro.: opción clara y compacta, útil en listados, marcos administrativos o en textos donde se prefiera evitar signos especiales. Ej.: Expediente nro. 45/2025.
núm.: más explicita y frecuente en textos tipográficos o académicos; conserva la tilde por tratarse de una abreviatura de una palabra tildada. Ej.: núm. de serie 007.
¿Qué pasa con n° o con el símbolo de grado °?
La forma n° (n seguida del símbolo de grado) está muy extendida gráficamente, pero puede inducir confusión porque el signo “°” se usa típicamente para grados (temperatura, ángulos). Lo aconsejable es preferir n.º, nro. o núm., que evitan ambigüedades tipográficas.