7 de noviembre de 2025 - 15:10

Multiplicá tu rosal: cómo y cuándo reproducir esta planta para tener más rosas o para regalar

La reproducción de un rosal es muy sencilla y es una forma de ahorrar dinero al obtener nuevas plantas idénticas a la original.

Tener un jardín lleno de rosas no necesariamente requiere comprar nuevas plantas. Existen métodos sencillos y económicos para multiplicar los rosales que ya tenés, y uno de los más efectivos es la reproducción por esquejes. Este procedimiento permite obtener nuevas plantas idénticas a la original, aprovechando solo una rama sana.

Si se hace en la época adecuada y con los cuidados correctos, en pocas semanas podrás ver cómo ese pequeño tallo empieza a desarrollar raíces y brotes nuevos.

Reproducir un rosal por esquejes y cuándo hacerlo

La multiplicación por esquejes es una técnica tradicional en jardinería que tiene varias ventajas. En primer lugar, es gratuita: solo necesitás tijeras limpias, una maceta y un poco de tierra fértil. Además, te permite conservar las características de una planta que te gusta especialmente, ya sea por su color, perfume o resistencia.

Otra razón para elegir este método es que los rosales suelen enraizar con facilidad si las condiciones son las adecuadas. No se requiere experiencia previa ni equipamiento especial, y es una excelente forma de renovar un arbusto envejecido o dañado. Incluso podés hacerlo en espacios pequeños, como balcones o terrazas, sin necesidad de un gran jardín.

poda de rosas
En poco tiempo, los rosales pueden recuperar vida, perfume y color dentro del jardín con los pasos esenciales.

En poco tiempo, los rosales pueden recuperar vida, perfume y color dentro del jardín con los pasos esenciales.

El momento ideal para reproducir un rosal por esquejes en Argentina es entre fines del invierno y comienzos de la primavera, cuando las temperaturas empiezan a subir y el crecimiento se reactiva.

En esta etapa, los tallos tienen la fuerza suficiente para generar raíces nuevas, pero aún no están sometidos al calor intenso del verano. También puede hacerse a fines del verano, siempre que se mantenga la humedad del sustrato y la planta esté protegida del frío.

El paso a paso para reproducir tu rosal

  1. Seleccioná una rama joven, pero ya semileñosa (ni muy verde ni totalmente dura). Debe tener al menos 20 centímetros de largo y varios nudos visibles, que son los puntos donde brotarán las raíces y hojas nuevas. Evitá tallos que hayan florecido recientemente.
  2. Con una tijera afilada y desinfectada, cortá el tallo en diagonal, justo por debajo de un nudo. Este tipo de corte facilita la absorción de agua y evita que el extremo se pudra.
  3. Retirá las hojas inferiores y dejá solo dos o tres en la parte superior. Si el tallo tiene espinas, podés quitarlas con cuidado. Esto ayuda a reducir la pérdida de agua por transpiración y concentra la energía en la formación de raíces.
  4. Para estimular el crecimiento radicular, podés sumergir la base del esqueje en un enraizante casero, como agua con lentejas, canela o un poco de miel. Este paso no es obligatorio, pero mejora las probabilidades de éxito.
    poda de rosas
    En poco tiempo, los rosales pueden recuperar vida, perfume y color dentro del jardín con los pasos esenciales.

    En poco tiempo, los rosales pueden recuperar vida, perfume y color dentro del jardín con los pasos esenciales.

  5. Colocá el tallo en una maceta con sustrato suelto y rico en materia orgánica. Lo ideal es una mezcla de tierra negra, arena y compost. Insertá el esqueje a unos cinco centímetros de profundidad y apisoná ligeramente para que quede firme.
  6. Regá suavemente y cubrí la maceta con una botella plástica cortada o una bolsa transparente. Este pequeño “efecto invernadero” mantiene la humedad y favorece la formación de raíces. Es importante ventilarlo cada dos o tres días para evitar hongos.
  7. Colocá el esqueje en un lugar luminoso pero sin sol directo. En unas tres o cuatro semanas, si todo va bien, comenzarán a aparecer brotes nuevos. Cuando la planta tenga raíces firmes y signos de crecimiento, podés trasplantarla a una maceta más grande o directamente al jardín.

El éxito depende de la paciencia y la constancia. No todos los esquejes enraízan, por lo que conviene preparar varios al mismo tiempo. Evitá los riegos excesivos —el sustrato debe mantenerse húmedo, pero nunca encharcado— y controlá que no aparezca moho o podredumbre.

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