31 de octubre de 2025 - 17:09

Ideal para mujeres de más 50 años: el ejercicio que puede ayudarte a cuidar tus huesos y aumentar tu fuerza

Este tipo de entrenamiento ayuda a prevenir los efectos de la pérdida de masa muscular y el debilitamiento de los huesos.

El envejecimiento produce canas, arrugas, reducción de masa muscular y debilitamiento óseo. Muchas mujeres, después de la menopausia, reconectan con su cuerpo y su necesidad de actividad con el ejercicio. Harvard define al tai chi como la mejor opción para sostener la forma física más allá de los 60.

Por qué realizar este tipo de ejercicio

Este tipo de entrenamiento desafía la idea convencional de que la edad limita el movimiento y dirige la atención hacia una disciplina marcial transformada en recurso de salud física y mental. La pérdida de masa muscular, llamada sarcopenia, se inicia alrededor de los 30 años y se acelera luego de los 60, lo que disminuye fuerza y movilidad y aumenta el riesgo de caídas. La actividad física consistente sostiene la función muscular y la autonomía.

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El tai chi es un ejercicio muy beneficioso para la salud y el bienestar.

El tai chi es un ejercicio muy beneficioso para la salud y el bienestar.

Harvard incluye, dentro de las prácticas recomendadas, tai chi, aikido y wing chun. Estos sistemas emplean secuencias lentas con control corporal para entrenar equilibrio y fuerza global. Aunque no alcanzan la intensidad del levantamiento de pesas, producen trabajo profundo en piernas y core. El doctor Peter M. Wayne, profesor de Harvard, estudió los efectos del tai chi y afirma que esta práctica ayuda a “mantener la capacidad de respuesta y la coordinación del cuerpo”.

Explica que, aun sin igualar la potencia de otros entrenamientos, desarrolla fuerza funcional que disminuye la probabilidad de caídas. Precisa además que el tai chi, al cargar el peso del cuerpo, “estimula las células formadoras de hueso”, lo que sostiene la densidad ósea y contribuye a prevenir o controlar la osteoporosis.

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Los beneficios del tai chi

Los beneficios incluyen flexibilidad, movilidad, equilibrio, memoria, concentración y reducción del estrés. La práctica constante favorece la función cognitiva, la atención y mejora el estado de ánimo. Harvard señala que relaja cuerpo y mente, lo que repercute positivamente en la calidad del sueño. En conjunto, la disciplina es una herramienta integral para conservar fuerza, seguridad de movimiento y salud mental durante el proceso de envejecimiento.

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