Si hay recetas que amamos los argentinos son las que llevan papas, ya sean al horno, fritas, en puré, al plomo, en tortilla o como acompañamiento de cualquier comida. Pero cuando se convierten en protagonistas de un plato, el resultado puede ser glorioso como unas buenas papas asadas con ajo y parmesano.
Esta comida es una guarnición que se luce, un snack que desaparece en minutos y una opción vegetariana que no falla. Estas papas tienen todo lo que uno busca: crocantes por fuera, suaves por dentro y llenas de sabor.
Además, de ser una receta perfecta para compartir, sirve como entrada, como acompañamiento de carnes o incluso como plato principal con una buena ensalada o alguna salsita para dippear: mayonesa con limón, alioli, crema ácida o incluso ketchup casero.
papas con parmesano (2).jpg
El paso a paso para hacer unas deliciosas papas con parmesano
- Lava bien las papas y cortalas en rodajas de más o menos un centímetro de espesor (de cada papa te van a salir unas 8 rodajas, aproximadamente). No las peles: la cáscara se va a volver crocante y aporta textura.
- Poné las rodajas en un bowl con agua fría y dejalas reposar entre 20 y 30 minutos. Esto ayuda a eliminar el exceso de almidón y hace que queden mucho más crocantes al hornearse.
- Pasado ese tiempo, escurrilas y secá cada rodaja con un repasador limpio o papel de cocina. Este paso es clave: cuanto más secas estén, mejor se van a dorar.
- En un bowl grande, mezclá el aceite de oliva, el ajo picado, el queso parmesano rallado, el pimentón, el orégano, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, sal y pimienta.
- Sumá las rodajas de papa y mezclá bien para que todas queden bien cubiertas con esta mezcla.
- Precalentá el horno a 200 °C. En una placa para horno (podés poner papel manteca o aceitarla apenas), disponé las rodajas en una sola capa, con la cáscara hacia abajo. Esto ayuda a que no se deformen y queden crocantes del lado expuesto.
- Llevá la placa al horno y cociná por unos 35 a 40 minutos. A mitad de cocción, dales vuelta para que se doren parejo. Cuando estén doradas y crujientes por fuera, ya están listas.
- Una vez fuera del horno, espolvoreá con un poco más de parmesano y perejil picado fresco. Servilas calientes, recién salidas del horno.