Para esos días en los que buscás una receta simple, económica y que te saque del apuro con pocos ingredientes, las galletas de garbanzo y queso son las indicadas. No solo son fáciles y rápidas, sino que además son ricas, nutritivas y súper rendidoras.
Estas galletitas saladas tienen todo lo que buscamos: proteína vegetal, sabor intenso, textura crocante por fuera y tierna por dentro. Además, si no querés prender el horno, podés cocinarlas en sartén o en airfryer. Son ideales para acompañar unos mates, una picada, para llevar al trabajo o para tener siempre a mano cuando pinta el hambre.
Y como si fuera poco, son una excelente manera de aprovechar sobras de garbanzos cocidos o ese tupper que quedó perdido en la heladera. Con solo un puñado de ingredientes que seguramente tenés en casa, podés hacer estas galletitas y darle un giro a tus snacks.