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Maracuya – 5 gramos de proteína por taza
Esta fruta tropical se destaca por su pulpa gelatinosa y dulce. Además de su alto contenido en proteínas, es rica en calcio, fibra, y vitaminas A y C. Se puede comer sola, con yogur o en jugos naturales.
Yaca – 2,8 gramos de proteína por taza
Pariente del higo y del árbol del pan, la yaca es muy usada en recetas veganas por su textura similar a la carne. Aporta proteína vegetal, potasio y vitamina C. Se puede cocinar al horno, salteada o en guisos.
Granada – 2,9 gramos de proteína por taza
Sus semillas (o arilos) no solo tienen buen contenido proteico, sino también antioxidantes, ácidos grasos saludables y fibra dietaria. Su consumo está relacionado con beneficios para el corazón.
Damascos (frescos y secos) – 2,3 a 4,4 gramos de proteína por taza
Los damascos frescos aportan proteínas, pero en su versión deshidratada el contenido se duplica. Son una buena fuente de hierro, vitamina A, vitamina E y antioxidantes con propiedades antiinflamatorias.
Moras – 2 gramos de proteína por taza
Tienen un intenso color azul oscuro gracias a sus compuestos bioactivos, que actúan como antioxidantes. Las moras mejoran la salud intestinal y pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas.
Guayaba – 1,4 gramos de proteína por unidad
Esta fruta tropical combina un sabor dulce y ácido. Aporta vitamina C, fibra y potasio. Se puede comer al natural, en licuados o mermeladas. También ayuda al sistema inmune.
Pasas de uva – 1,4 gramos de proteína por porción (unos 40 g)
Pequeñas pero potentes. Tienen alto contenido de fibra, potasio y ayudan a regular la presión arterial, según la Asociación Estadounidense del Corazón. Son ideales como snack saludable.
Cítricos (naranja y pomelo) – 1,2 a 2,3 gramos de proteína por unidad
Aportan vitamina C, agua, fibra y una pequeña pero valiosa cantidad de proteínas. Las naranjas y pomelos también ayudan a mantener la saciedad y mejorar la hidratación.
Melón – 1,3 gramos de proteína por taza
El melón de pulpa anaranjada es muy rico en betacarotenos, que el cuerpo transforma en vitamina A. Favorece la salud ocular y el sistema inmune. Va bien en licuados, ensaladas o como postre.