Megajuicio: expectativa por las pruebas contra Bento en el reinicio de las audiencias

Este miércoles será retomado el megajuicio que tiene en el banquillo de los acusados al juez federal Walter Bento.

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El magistrado, quien ya fue suspendido de sus funciones por el Consejo de la Magistratura de la Nación, ha sido acusado de liderar una asociación ilícita a través de la cual favorecía en términos judiciales a presos a cambio del cobro de sobornos. Se suman además otras graves imputaciones en su contra, tales como lavado de activos, abuso de autoridad, prevaricato, falsedad ideológica y desobediencia a órdenes judiciales.

Bento podría ser condenado a penas de entre 5 y 50 años de prisión y el juicio, que tiene otros 31 imputados, acapara toda la atención en tribunales federales. Sin embargo, no hay ninguna definición inminente. De hecho, recién están siendo leídas las acusados, que acumulan cientos de páginas.

Se cumplirá hoy la cuarta audiencia y quedará al menos una más antes de que arranque formalmente el debate. Miércoles y jueves serán días dedicados a leer nada menos que unas 200 páginas más de la acusación. Y eso que hubo acuerdo entre las partes para “resumir” este tramo, más allá de que el MPF pretendía que la acusación se leyera en forma completa para evitar futuras nulidades por parte de la defensa de los imputados.

El resumen en cuestión consiste en los fundamentos y pruebas del Ministerio Público Fiscal contra Facundo Bento, uno de los hijos del magistrado, y los abogados Octavio Billi, Facundo Alzogaray y Francisco Castro, cuyas situaciones procesales fueron resueltas después de que los fiscales acusaran a Bento, los otros integrantes de su familia acusados (su esposa Marta Boiza y Luciano Bento) y la extensa red que a su juicio cumplía instrucciones del juez para cometer delitos.

Para la fiscalía, la banda tenía como “organizadores” al fallecido exdespachante de aduana Diego Aliaga y a los abogados Luciano Ortego y Jaime Alba. Como presuntos “miembros” aparecen los abogados Martín Ríos, Matías Aramayo, Luis Francisco Álvarez y Javier Angeletti; al comisario de la Policía de Mendoza José Gabriel Moschetti; y al acusado por narcotráfico Walter Bardinella Donoso.

Protagonistas

Tras las excusaciones de todos los jueces locales, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 que juzga a Bento quedó finalmente compuesto por las juezas Gretel Diamante y María Carolina Pereira, de San Luis; y Eliana Rattá, de San Juan.

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La acusación, en tanto, está conducida por el fiscal general Dante Vega; y la titular de la fiscalía de cámara ante el TOF, María Gloria André.

Una multitud de abogados componen la defensa de los distintos imputados. De hecho, la familia Bento solamente tiene tres letrados presentes en el juicio: Mariano Fragueiro Frías y Federico Casal, de Buenos Aires, y Gustavo Gazali, de Mendoza.

El tribunal ha dispuesto que haya tres audiencias cada 15 días, cuya duración es de unas sietes horas.

El juez, dispuesto a hablar

El abogado principal de Bento, Fragueira Frías, señaló durante las primeras jornadas del juicio que la intención del magistrado suspendido es hablar ante el tribunal que lo juzga y responder, por primera vez, las preguntas de la fiscalía.

“Bento va a hablar en el juicio de lo que los demás decían que hacía, ya que no hay prueba directa”, aseguró Fragueiro días atrás, en un contacto con periodistas, y agregó: “No hay ningún testimonio, hay chats entre los abogados, ¿pero usted conoce alguno con Bento?”.

Sin embargo, el esperado testimonio de quien hasta hace poco conducía el Juzgado Federal Número 1 y se desempeñaba como juez con competencia electoral de la provincia, no ocurriría hasta dentro de tres semanas.

No sólo lo que resta de la lectura de la acusación se antepone a la eventual indagatoria de Bento, sino que tras ese paso ineludible, se iniciará la etapa de “cuestiones preliminares”. Esto ocurrirá entre el fin de la audiencia de mañana y el comienzo de la del viernes. Entonces, se abrirá una instancia que no es menor para el juicio.

En concreto, los distintos protagonistas del juicio esperan que en este momento, que es la apertura del debate en sí , se produzca una verdadera catarata de pedidos de nulidad por parte de los abogados defensores contra la prueba recogida por los fiscales federales locales y las que aportó la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) para armar la causa.

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Cómo abordará el tribunal esta etapa (si se abocará a resolverlas o las dejará para definir más adelante) podría incidir en forma directa en la continuidad del juicio, para el cual se ha pronostica una duración no inferior a 1 año.

Incluso en tribunales no descartan que en las cuestiones preliminares aparezca una eventual recusación del fiscal Vega, más allá de que la defensa de Bento ha señalado que no tomará ese camino.

Claves de lo que viene

Al menos dos cuestiones se destacan en el reinicio del juicio penal a Bento y generan expectativa para esta semana.

Una es la presunción de que muy pronto habrá por parte de su defensa un pedido para que una de las pruebas más importantes sea declarada nula.

Se trata específicamente del duplicado de la sim card del teléfono celular de Diego Aliaga, el exdespachante de aduana asesinado, en el cual se detectó una impresionante cantidad de contactos con alguien llamado “Primo”, supuesto alias del juez acusado. Fueron en concreto 265 conversaciones a lo largo de siete meses.

Aliaga era una pieza clave para la estructura de Bento y por ello el juez viene insistiendo en que esa prueba, que había sido obtenida por otros fiscales cuando se investigaba su desaparición, no es válida, por cuestiones técnicas.

El otro asunto pendiente es si el tribunal permitirá que declare como testigo el hijo de Aliaga, Juan Ignacio Aliaga, quien accedió a una probation.

Aliaga hijo estaba acusado de cometer falso testimonio, pero la fiscalía accedió a sacarlo del juicio a cambio de que declare como testigo, ya que presume que conocía al detalle las actividades y vínculos de su padre.

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Por supuesto que la defensa de Bento está en contra de esa declaración, algo que ya le hizo saber al tribunal y que quedó pendiente de resolver por parte del tribunal.