La Justicia oficializó a Dalmiro Garay como presidente de la Suprema Corte
Dalmiro Garay logró su tercera reelección consecutiva al frente del cuerpo. En esta ocasión, estará secundado por Omar Palermo y Julio Gómez como vicepresidentes.
Dalmiro Garay renovó su cargo como titular de la Corte mendocina.
La Suprema Corte de Justicia de Mendoza formalizó, mediante la Acordada 32.325, publicada este viernes en el Boletín Oficial, a Dalmiro Garay Cueli como presidente del máximo tribunal provincial período 2025-2027. De esta manera, el supremo dará inicio a su tercera presidencia consecutiva en el cuerpo.
La acordada también confirmó que Omar Palermo será el vicepresidente primero y Julio Gómez el vicepresidente segundo, conformando junto a Garay la Sala Administrativa que conducirá el Tribunal durante los próximos dos años.
En tanto, Adaro y Valerio, quienes habían planteado la necesidad de alternar la presidencia con otro magistrado, quedaron aislados tras rechazar a los tres ministros finalmente electos para los principales cargos.
La Corte también dispuso que las reuniones en pleno se realizarán los miércoles a las 18, manteniendo su frecuencia semanal. La resolución fue firmada por los ministros Dalmiro Garay, Julio Gómez, María Teresa Day, Norma Llatser, José Valerio, Mario Adaro y Omar Palermo, y ordena su publicación en el Boletín Oficial.
Suprema Corte de Justicia
Los siete miembros de la Suprema Corte de Justicia, que está presidida por el juez Dalmiro Garay.
Archivo Los Andes
Cómo fue la votación
Con esta designación, Garay acumulará siete años consecutivos como presidente de la Corte, tras lograr su tercera reelección consecutiva. La votación se resolvió por 5 a 2, con el rechazo de los ministros Mario Adaro y José Valerio.
Garay llegaba al pleno con la intención de renovar su mandato, aunque se preveía un escenario más ajustado debido a que Mario Adaro había manifestado abiertamente su aspiración a competir por la Presidencia.
El presidente obtuvo los apoyos esperados de las ministras María Teresa Day y Norma Llatser, pero la sorpresa llegó con el respaldo de los ministros considerados “filoperonistas”, Omar Palermo y Julio Gómez, quienes quebraron la lógica habitual de las alineaciones internas.
Ese apoyo le permitió a Garay imponerse en primera vuelta, ya que si uno de ellos no hubiera acompañado su candidatura, la elección hubiese avanzado a una tercera ronda definida por mayoría simple.