La grieta del Consejo de la Magistratura paraliza la designación de camaristas para Mendoza

Se trata de dos cargos que están vacantes en la Cámara Federal de Apelaciones desde hace más de tres años. El oficialismo y la oposición no se ponen de acuerdo para seleccionar las ternas y nadie tiene los votos para imponerse. Cómo la política posiciona o descalifica a los candidatos, más allá de sus capacidades.

El Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, celebró hoy -19 de agosto- las reuniones convocadas por el Plenario y por la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial.

Estuvieron presentes a lo largo de la jornada los/as Consejeros/as Graciela Camaño, Juan Manuel Culotta, Silvia del Rosario Giacoppo, Alberto Agustín Lugones, Diego Marías, Carlos Matterson, Diego Molea, María Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde, Ricardo Recondo, Vanesa Siley, Pablo Tonelli y Gerónimo Ustarroz.
El Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, celebró hoy -19 de agosto- las reuniones convocadas por el Plenario y por la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial. Estuvieron presentes a lo largo de la jornada los/as Consejeros/as Graciela Camaño, Juan Manuel Culotta, Silvia del Rosario Giacoppo, Alberto Agustín Lugones, Diego Marías, Carlos Matterson, Diego Molea, María Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde, Ricardo Recondo, Vanesa Siley, Pablo Tonelli y Gerónimo Ustarroz.

En un proceso marcado por fuertes tensiones políticas, el Consejo de la Magistratura de la Nación busca resolver quiénes integrarán las ternas de candidatos para cubrir dos cargos de magistrados en la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, que está incompleta desde hace más de tres años.

El trámite ha llegado a un punto que sólo pueden destrabar la política y las negociaciones. Y no es poco requerir acuerdos en estos tiempos. Por eso, no hay pronósticos posibles sobre la definición de una disputa que afecta el servicio de Justicia en Mendoza.

La comisión de selección de magistrados ha elaborado dos dictámenes, uno de mayoría y el otro de minoría, y ambos difieren bastante respecto de los candidatos que se proponen para integrar las ternas que se elevarán al Poder Ejecutivo. Para llegar a los dictámenes, los postulantes fueron sometidos a un examen escrito, una presentación de antecedentes y una entrevista oral.

Entre el examen escrito y el oral, todo cambió en algunos casos, Hubo candidatos que venían bien posicionados en los exámenes, pero después de las entrevistas de los consejeros, cambió rotundamente para ellos el panorama y ahora podrían quedar afuera de la disputa. La mano de la política se nota allí.

El Consejo de la Magistratura termina su participación con la selección de las ternas de postulantes a jueces, que luego van al Poder Ejecutivo. Y es el propio presidente de la Nación el que decide los nombres (uno por cada terna) para los puestos en cuestión. Luego esos pliegos se tienen que votar en el Senado nacional, con requerimiento de dos tercios de los presentes para que los nombres de los postulantes queden en firme.

Pero el proceso, en el caso de los candidatos para la Cámara Federal de Apelaciones, permanece ahora detenido en la precisa selección de las ternas de candidatos, ya que en este punto debe intervenir el plenario del Consejo de la Magistratura y es necesario el apoyo de dos tercios del cuerpo (9 de 13 votos) para seguir adelante.

Nadie tiene dos tercios en el organismo nacional que integran legisladores, funcionarios, abogados y jueces: el oficialismo nacional cuenta con 7 votos y la oposición con 6. Y por supuesto que tampoco hay coincidencias en el pleno sobre a quiénes postular para la incompleta Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza.

Desde que se jubilaron en 2018 los jueces Olga Pura y Juan Antonio González Macías, las dos salas de la cámara tienen que funcionar con los dos vocales propios y uno que toman “prestado” de la otra sala, ya que es necesario que cada sala tenga tres integrantes para emitir fallos.

La grieta a full

Los dictámenes emitidos por la comisión de selección de magistrados del Consejo de la Magistratura dejan a la vista, con bastante claridad, la grieta que inmoviliza las designaciones de los jueces en la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza para integrar las salas A y B

El dictamen de la mayoría, impulsado por la diputada del Frente de Todos Vanesa Siley y avalado por los integrantes afines al Gobierno nacional, posiciona para la primera terna (sala A), en el siguiente orden, a Sergio Roberto Rocamora, Ana Paula Zavattieri y Federico Miguel Baquioni. En tanto, para la segunda terna (sala B), promueve a José Sebastián Elías, Emanuel Saldi y Viviana Laura Beigel.

Pero en el dictamen de minoría, impulsado por el juez Ricardo Recondo y el diputado del PRO Pablo Tonelli, hay más diferencias que coincidencias con el primero. Para la oposición, la primera terna debería estar integrada por Francisco Javier Pascua, José Elías y Emanuel Saldi, mientras que la segunda tendría que ubicar en primer lugar a Rocamona, segunda Zavattieri y tercero Mauricio Javier Martínez Rivas Ruzo.

Las dos listas intercalan y repiten nombres de abogados y funcionarios judiciales de Mendoza. Hay algunas coincidencias, pero también existen personas que aparecen en uno de los dictámenes de la Magistratura y desaparecen en el otro. Eso refleja la grieta política.

Uno de los casos más llamativos es el de Pascua, quien actualmente es jefe de los fiscales de delitos económicos y tecnológicos del Ministerio Público Fiscal de Mendoza. Pascua quiere mudarse a la Justicia Federal y quedó segundo en la tabla general generada por el cómputo del examen escrito más los antecedentes, los cuales conforman el llamado “mérito provisorio”.

Pero el proceso incluye, al final, la entrevista oral que es crucial para todos los candidatos. Después de esta entrevista, por más “chapa” que tuviera Pascua, para el kirchnerismo, el candidato tenía que quedar afuera del concurso.

Señalan en tribunales que el fiscal Pascua esta enfrentado con el ala “garantista” del derecho. Y según el dictamen del oficialismo nacional, en la entrevista quedó a la vista que carece de “perspectiva de género”. Consecuencia: para el kirchnerismo, Pascua quedó en octavo puesto, de los 10 postulantes que había para las dos ternas.

En cambio, según el dictamen de la minoría, Pascua ocupa ni más ni menos que el primer lugar en el orden de mérito definitivo general y se merece, sin dudas, quedar en una de las ternas que el Consejo de la Magistratura enviará al escritorio de Alberto Fernández.

Un caso igual, pero en sentido inverso, es el de la abogada de los derechos humanos Viviana Beigel, quien es esposa del recientemente nombrado juez de cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Número 2, Pablo Salinas.

En el dictamen del kirchnerismo, Beigel recibió elogios tales como que “realizó un aporte sumamente valioso en cuanto a la importancia de la debida utilización del lenguaje por parte de los jueces y juezas, a fin de evitar discriminaciones arbitrarias” y “se refirió a la necesidad de conducirse con empatía y una escucha activa para advertir aquellas situaciones de violencia que pueden estar viviendo las partes de un proceso”. En consecuencia, el dictamen de mayoría posicionó a Beigel en una de las dos ternas.

Pero la oposición minoritaria consideró lo contrario. En su orden de mérito definitivo, Beigel queda octava, es decir, afuera de todo, como le pasó a Pascua en el dictamen de mayoría.

Un dato sobre Beigel es que el mérito provisorio la alejaba de toda posibilidad de ser camarista. Después de rendir el primer examen quedó en el puesto 11, de 21 candidatos. Pero todo cambió para ella en la entrevista definitiva de los consejeros, que son quienes tienen el poder de confeccionar las ternas.

Al margen de la grieta, resta saber qué destino tendrán aquellos nombres que se repiten en los dictámenes del oficialismo y de la oposición, como el de Zavattieri, secretaria del Tribunal Oral 2, y Rocamora, un abogado y ex funcionario justicialista que compite desde hace tiempo en varios concursos para transformarse en juez.

Para ninguno de los candidatos, en definitiva, la larga y politizada carrera en el Consejo de la Magistratura está ganada todavía.

Hasta 10 años para designar un juez

Los procesos de designación de los jueces federales suelen demorar hasta 10 años en el Consejo de la Magistratura de la Nación. Así lo indicó el consejero y diputado del PRO Pablo Tonelli, quien reconoció que tan larga duración es “habitual, pero no debería ser normal”.

Pablo Tonelli
Pablo Tonelli

“Como hacen falta dos tercios para un dictamen, y no los tiene el oficialismo ni nosotros, habrá que ver si nos ponemos de acuerdo”, advirtió Tonelli, y agregó que “no hay fecha para realizar el plenario, dependerá de la negociación o no que tengamos”.

Tonelli se ha convertido en una fuente de consulta frecuente para los mendocinos, ya que es el instructor en el Consejo de la Magistratura de la causa contra el juez federal Walter Bento.

El legislador nacional aclaró a Los Andes que la definición de las ternas para camaristas federales en Mendoza no están demoradas por la causa Bento y que estos concursos tardan, frecuentemente, años.

Asimismo, consideró que, tras la selección de la Magistratura, está entre las facultades del presidente de la Nación retirar pliegos de candidatos enviados al Senado por su antecesor, algo que ya ha ocurrido con aspirantes a jueces federales de Mendoza. “Un presidente nuevo tiene derecho a revisar propuestas de su antecesor”, aclaró.

La política siempre interviene en los procesos de este tipo y es la que manda ahora respecto de las vacantes en la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza. “Es lo que prima en esta instancia y acá no valen pergaminos ni exámenes”, indicó una fuente de tribunales federales.

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