13 de diciembre de 2025 - 16:21

El Gobierno planea dividir la reforma tributaria para evitar un shock de déficit

La intención es postergarla para 2026 y 2027, mientras que la prioridad es la sanción de la ley laboral antes de febrero.

El Gobierno planea segmentar la reforma tributaria en múltiples proyectos separados, abandonando la idea de un paquete integral a corto plazo. Esta estrategia busca principalmente minimizar el impacto fiscal de los cambios y así evitar generar un déficit en las cuentas nacionales.

En este marco, el Ejecutivo planea impulsar las modificaciones en el régimen de forma progresiva durante 2026 y 2027.

En el oficialismo sostienen que la reforma laboral debe sancionarse antes que la tributaria, intentando oficializarla antes de febrero. Equipos técnicos del Ministerio de Economía están avanzando en las modificaciones, aunque advierten que la postura sobre la secuencia de las medidas aún no está unificada, ubicándolas en el plano del largo plazo. En la Casa Rosada expresan que "no hay una sin la otra".

Las autoridades reconocen que una versión más amplia del rediseño impositivo, que incluiría cambios en el sistema de coparticipación, un nuevo esquema del IVA y la eliminación del impuesto al cheque, actualmente carece del margen político y fiscal para avanzar. Además, insisten en que los recortes impositivos solo se llevarán a cabo si hay un crecimiento económico que sustente la potencial pérdida de recaudación en el corto plazo.

El compromiso es ir bajando impuestos "a medida que tengamos mayor margen de caja". También buscan que las reducciones impositivas estén acompañadas de recortes en el gasto de las provincias para que haya una "competencia fiscal" territorial.

Como un "primer paso" antes de impulsar bajas impositivas mayores en 2026, el Ejecutivo ya incorporó modificaciones tributarias en la reforma laboral enviada al Senado. Estos cambios abarcan reducciones en Ganancias corporativas y nuevas exenciones en operaciones financieras e inmobiliarias.

El documento también incluye la creación del Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI) y la devolución del saldo técnico de IVA a partir del tercer período fiscal.

Otro punto clave en la agenda de Balcarce 50 es la reforma del Monotributo, calificado como "insostenible" en el mediano plazo. Nación evalúa reemplazarlo con esquemas más dinámicos que faciliten la transición al régimen general mediante un sistema gradual de incentivos fiscales, una cuestión a la que hizo mención el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Adicionalmente, se propone eliminar impuestos internos de baja recaudación y otorgar facultades ampliadas para reglamentar a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).

La propuesta contempla un tratamiento fiscal especial para los Fondos de Asistencia Laboral (FAL), destinados a pagar indemnizaciones. Los rendimientos de los FAL quedan exentos tanto del impuesto a las ganancias como del IVA, exceptuando las comisiones.

La contribución obligatoria del 3% que financia cada cuenta individual se compensará con una reducción equivalente en las contribuciones patronales destinadas al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

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