Sigue abierta la investigación por la muerte del hermano de “El Morocha” pero se cerró el homicidio por el que era buscado

La Fiscalía de Homicidios espera algunas pericias para ver qué caratula le impone la expediente de Miguel Ángel “El Pipa” Cerón, abatido por un policía en el barrio San Martín.

Miguel Ángel Cerón Chirino (34), hermano de El Morocha, tenía pedido de captura por homicidio.
Miguel Ángel Cerón Chirino (34), hermano de El Morocha, tenía pedido de captura por homicidio.

La Fiscalía de Homicidios sigue investigando las circunstancias en que murió Miguel Ángel “El Pipa” Cerón Chirino (34), quien fue abatido la semana pasada por un efectivo policial en un techo del barrio San Martín.

A la vez, ya quedó cerrado la causa por la cual era buscado Cerón, hermano del célebre delincuente juvenil “El Morocha” (18), quien también fue abatido por una bala policial, hace 20 años.

Las dos causas son investigadas por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello quien había ordenado una orden de búsqueda y captura contra Cerón luego de establecer que era el autor del crimen de Rodrigo “Chijo” Pelayes (42), quien fue asesinado la tarde del 2 de octubre pasado en su casa del mismo barrio.

Miguel Ángel Cerón Chirino (34), hermano de El Morocha, tiene pedido de captura por homicidio.
Miguel Ángel Cerón Chirino (34), hermano de El Morocha, tiene pedido de captura por homicidio.

La investigación por la muerte de Pelayes era contundente: ese día Cerón, Pelayes y un grupo de albañiles estaban compartiendo bebidas alcohólicas. En un momento los albañiles se fueron a buscar una engarilla con arena y, cuando volvieron, escucharon disparos. Después vieron salir a Cerón con un arma en la mano.

Frente a este panorama y tras la muerte de Cerón, el fiscal Pirrello archivó el expediente por el homicidio de Pelayes. Pero sigue adelante la investigación por la muerte de Cerón. Por lo pronto el efectivo policial que disparó contra “El Pipa”, respondiendo los disparos que este efectuaba, no ha sido imputado.

Luego de tomar declaraciones a todos los efectivos que irrumpieron en la casa de la madre de “El Morocha”, donde trabajó personal de Científica recolectando datos de la escena del crimen, el fiscal –que también estuvo en el lugar- sigue recolectando pruebas, al tiempo que espera los resultados de las pericias de Científica y de Balística Forense para definir la caratula que por ahora sigue siendo averiguación hecho. Las armas que se analizan son la de los policías que estaban en el lugar, poniendo el foco en la del efectivo de la Unidad Investigativa de Godoy Cruz, que disparó contra Cerón y también dos pistolas 9 milímetros que tenía la víctima mientras quería escapar.

Lo cierto es que el mismo día que Cerón fue abatido el Ministerio Público Fiscal emitió un comunicado en el que especificó cómo ocurrieron los hechos: el viernes 3 de noviembre pasado, la Justicia había ordenado una serie de allanamientos en la populosa barriada capitalina para dar con el sospechoso con efectivos de la Dirección de Investigaciones y otras divisiones de apoyo, como la Unidad Investigativa de Godoy Cruz. Una de las 20 medidas judiciales se realizó en la casa de la madre de Cerón, ubicada en la manzana 45, en calle Cacheuta y Los Paramillos.

Cerca de las 7.20, los uniformados estaban a punto de entrar cuando un policía que se había subido a los techos colindantes vio que “Pipa” quería escapar por ahí.

Acorralado y “haciendo caso omiso a la voz de alto policía”, según la versión oficial, Cerón disparó varias veces y el efectivo repelió el ataque con su arma reglamentaria. Uno de los plomos ingresó por el tórax de Cerón y le provocó la muerte al instante. Del intercambio de disparos no resultaron efectivos lesionados.

Sigue la violencia en el Oeste Capitalino

Las muertes de Pelayes y de Cerón son parte de una batería de casos de violencia registrados en el barrio San Martín durante el mes pasado que no ha pasado desapercibido para las autoridades. Incluso una versión sostiene que 20 los allanamientos realizados en la populosa barriada del Oeste capitalino, tenían como propósito dar con otros sujetos buscados y con armas que podrían haberse usado en algunos tiroteos registrados en los últimos tiempos.

Pero tras la muerte de Cerón, se han seguido registrando hechos violentos: el domingo pasado la comisaria de 33 de barrio San Martín debió ser, luego de que se escucharan disparos y arrojaran una vieja granada en el patio.

El incidente se registró el domingo a la 2.30 en la comisaría ubicada en Padre Llorens 3200 de Ciudad, cuando los efectivos que se encontraban trabajando en el lugar sintieron varias detonaciones de arma de fuego en dirección al edificio.

Luego, cuando salieron al patio, observaron una vieja granada por lo que se convocó de inmediato a personal de Explosivos para que se hicieran cargo del artefacto explosivo y a personal de Infantería para custodiar la comisaría, como así también persona de grupo especial GES.

La novedad fue puesta en conocimiento de la Oficina Fiscal 2, desde donde ordenó que se desalojaran los calabozos, tal como se hace por protocolo cuando se encuentra un elemento explosivo.

Con la situación controlada los investigadores encontraron 7 vaina servidas a unos 20 metros de la puerta de la comisaria; en tanto que personal de Explosivos hizo detonar la granada.

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