3 de septiembre de 2025 - 13:42

"Se reía y decía: 'déjenla que se muera'": cronología del femicidio de Sandra y los movimientos del asesino

Sandra Norma Sánchez (57) fue apuñalada en su casa y murió a plena luz del día ante la desesperación de sus vecinos de Guaymallén. Los extraños mensajes del sospechoso previo al crimen.

“Entró, la apuñaló en las costillas, y se quedó mirando cómo se moría, mientras se reía”, el crudo testimonio es de una de las testigos que presenció el octavo femicidio en lo que va de 2025 en Mendoza. Sandra Norma Sánchez (57) fue fríamente acuchillada en su casa y falleció en la vereda, a plena luz del día y ante la desesperación de sus vecinos.

El principal sospechoso, detenido en el lugar del crimen pero que aún no imputado por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, es el hombre que fue pareja de la víctima por más de 20 años, pero que hacía un mes era su ex: Enzo Valdovino (57) fue apresado en lugar y trasladado a la comisaria en medio de un intento de linchamiento.

Un crimen que nadie esperaba y un barrio en shock

Sandra vivió gran parte de su vida en el barrio Buena Nueva, conglomerado de clase trabajadora que dio nombre a ese distrito de Guaymallén. Tenía dos hijos adultas, de unos 30 y 35 años. Solo una aún vivía en esa casa de calle Ropolo al 6.500.

Valdovino no era el padre de las hijas de su pareja, pero había llegado a sus vidas hace alrededor de 20 años. “Nunca imaginamos algo así, son vecinos de toda la siempre, ni siquiera los veíamos discutir”, repitieron todos los vecinos durante la recorrida de este diario por un barrio que intenta volver a la rutina.

Sandra, simpática y muy querida en la zona, trabajaba desde hace años en una fábrica a unos dos kilómetros de su casa. Su expareja era seguridad privada, pero logró jubilarse antes de la edad legal por una enfermedad crónica en sus intestinos y se solventaba con la pensión por discapacidad.

La pareja nunca aparentó una mala relación, sino todo lo contrario. Sin embargo, allegados a su entorno, aseguraron que Enzo “tenía una doble cara” y que ante sus vecinos se mostraba como amable, pero era “un monstruo”.

Fueron casi dos décadas lo que duró la relación entre Sandra y Enzo, pero hace aproximadamente un mes, una fuerte discusión entre el ahora detenido y una de las hijas de la mujer sirvió como detonante para que Sandra lo echara de la casa.

Embed - Nuevo femicidio en Mendoza. Sandra Sánchez es la octava víctima en lo que va del año.

“Dejala que se muera”

El martes 2 de septiembre, el exguardia de seguridad contrató un flete para llevarse sus pertenencias de la casa de Sandra. Llegó alrededor de las 15.30, para las 15.45 Sandra ya estaba muerta en la vereda de su casa en medio de un charco de sangre y con una herida de arma blanca en su axila.

Los relatos de los testigos directos indican la misma secuencia. El hombre saludó al bicicletero que lavaba un auto junto a otro hombre a metros de la entrada de la casa de Sandra. “Me saludó normal y entró”, confirmó Daniel, el dueño del taller para bicis ubicado pegado a la casa del crimen.

“Escuché unos gritos y, casi de inmediato, salió Sandra agarrándose las costillas. No pudo hacer ni cinco metros. Cayó tendida en la vereda. El hombre que estaba conmigo fue el primero en asistirla”, contó el bicicletero.

Sandra se desvaneció sobre la vereda de tierra de su vivienda. Primero fue asistida por los vecinos que intentaron de manera desesperada ayudarla, hasta la practicaron maniobras de RCP, pero nada pudieron hacer. Casi media hora más tarde, según confirmaron los testigos, llegó la asistencia profesional del SEC pero la mujer ya estaba muerta.

Todo esto fue presenciado por la mejor amiga de una de las hijas de Sandra que vivé a unos 150 metros de la casa del femicidio y que llegó a los pocos minutos del apuñalamiento tras una urgente llamada de los vecinos.

“Se reía y dijo: ‘déjenla que se muera, ya me mandé la cagada’” “Se reía y dijo: ‘déjenla que se muera, ya me mandé la cagada’”

Esta mujer relató la escalofriante escena que vivió. Sandra, que para ella era como una tía cercana, se estaba desangrando en la vereda y Enzo miraba apoyado sobre su hombre derecho en el marco de la puerta que da al exterior: “Se reía y dijo: ‘déjenla que se muera, ya me mandé la cagada’”.

Femicidio en Guaymallén.
Femicidio en Guaymallén.

Femicidio en Guaymallén.

“Fue premedito”: cuchillos ocultos y un mensaje premonitorio

Un extenso mensaje de texto sorprendió la noche anterior al crimen a la mejor amiga de una de las hijas de Sandra, la misma vecina que llegó casi de inmediato tras el femicidio.

“Me mandó un ‘testamento’ donde decía que me quería contar la versión de sus hechos. Yo no le di importancia, no me interesaba. Pero después escribió: ‘Mañana voy a arreglo todo para siempre’”.

Esa última parte es la que ahora cobra sentido para la amiga de la familia. Este mensaje y varios cuchillos ocultos en uno de los muebles de la casa, “no en la cocina, donde siempre estaban”, son los indicios que usó esta testigo para asegurar que Enzo premeditó el asesinato.

“Había dejado todos los cuchillos grandes arriba de un mueble, como listos para usar, pero acá llegó con su propio cuchillo. Entró y la apuñaló. Ni siquiera discutieron”, aseguró esta mujer, quien confirmó que su testimonio y todos estos chats ya están en el expediente judicial.

Con el trabajo en la escena de personal de Científica y los testimonios recogidos, la fiscal Ríos espera imputar a Enzo Valdovino (57) por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género".

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