Los habitantes del paraje San Felipe, en Rosario de la Frontera, provincia de Salta, presenciaron el martes un evento no tan fuera de lo común en el país: la caída de una avioneta que trasladaba más de 140 kilos de cocaína.
La nave, de matrícula boliviana, cayó en una zona rural donde encontraron un auto incendiado y detuvieron a un hombre.
Los habitantes del paraje San Felipe, en Rosario de la Frontera, provincia de Salta, presenciaron el martes un evento no tan fuera de lo común en el país: la caída de una avioneta que trasladaba más de 140 kilos de cocaína.
Cuando Gendarmería llegó al lugar encontró una avioneta de matrícula boliviana y un auto que resultó destruido por un incendio. Su dueño se entregó horas más tarde y quedó demorado por 72 horas por orden del fiscal federal Eduardo Villalba. Presuponen que el acusado tendría vínculos con la operación narco.
Por otro lado, los testigos señalaron que las personas que viajaban en la avioneta escaparon en camionetas y llevaban mochilas cargadas con 100 kilos de cocaína.
Fuentes vinculadas a la causa explicaron que el plan del piloto podría haber sido aterrizar en una pista clandestina situada en Almirante Brown. Esto se desprende del hecho de que, antes del accidente, la aeronave volaba a muy baja altura, lo que hace suponer que los dos vehículos hallados en la zona estaban destinados al traslado de la droga hacia un punto de acopio.
Dentro del Cessna, efectivos de Gendarmería encontraron un elemento que podría resultar clave para la investigación: un GPS tracker, es decir, un dispositivo de localización y seguimiento, que fue secuestrado y entregado a la fiscalía.
Los investigadores sospechan que la avioneta estaba siendo monitoreada ya sea por la organización criminal que coordina el tráfico de cocaína desde Bolivia o por fuerzas de seguridad de ese país. Hasta el momento, la Policía boliviana no ha informado sobre ningún operativo de control o persecución relacionado.
Asimismo, destacaron que el uso de estos dispositivos es habitual, ya que en operaciones de narcotráfico aéreo los pilotos suelen llevar GPS para registrar coordenadas y ubicaciones.
Lo que sí llamó particularmente la atención fue la presencia de una antena satelital de la empresa Starlink, que brinda conexión a internet de alta velocidad y baja latencia incluso en zonas remotas sin cobertura tradicional. “La llevaban para tener wifi y así comunicarse", resumieron los investigadores.
Además, dentro de la aeronave se hallaron ocho bidones de 20 litros de combustible y tres más de 50 litros, lo que hace pensar que estaban destinados al viaje de regreso.
Algunas fuentes apuntan hacia un clan radicado en Salvador Mazza, en la frontera con Bolivia. “Tienen varios comercios y fundaron un club de fútbol que está disputando el torneo regional de Salta”, precisaron.
Finalmente, las mismas fuentes confirmaron que el pequeño avión había sido detectado por Gendarmería cerca del mediodía y que ya existía una investigación en curso sobre sus movimientos.