Por estas horas, la fiscalía de Rivadavia-Junín se encuentra investigando la muerte de una farmacéutica en su casa de Los Barriales, Junín, en una situación que no está por ahora clara, por lo que se activó el protocolo de femicidio, como suele ocurrir en este tipo de casos.
La muerte de Liliana Arévalo, de 62 años, se produjo esta madrugada en una vivienda ubicada al 1700 de la ruta provincial 60, hasta donde llegaron efectivos de Investigaciones del Este provincial y la fiscalía, ya que el caso está a cargo de la fiscal Valeria Bottini.
“Por ahora el caso no está claro. No se descarta ninguna hipótesis. Fue al lugar del hecho el forense. Esperamos el resultado de la necropsia esta tarde para seguir avanzando en la investigación”, explicó una fuente judicial que trabaja en el caso.
La mujer es muy conocida en Junín porque tiene una farmacia en Barriales, en tanto que su marido, el denunciante, quedó detenido preventivamente y se le realizaron pruebas para ver si había disparado un arma en las últimas horas.
Los primeros momentos
Cerca de la 1.45, el marido de la farmacéutica –identificado como J.C.C.A, de 61 años-, se presentó en la subcomisaria Los Barriales para denunciar que su mujer se había quitado la vida.
Cuando llegó el personal policial a la vivienda, encontraron a la mujer en el baño, con un guante de nylon en la mano derecha pero no vieron un arma.
Entonces el hombre explicó que tenía un revólver calibre 38 en la mesa de luz de la habitación matrimonial y que su esposa era depresiva.
Un médico del Servideio de emergencias Coordinado (SEC) constató el fallecimiento y la ayudante fiscal que estaba en el lugar ordenó la intervención del personal de Policía Científica y la Unidad Investigativa Departamental (UID).
Los peritos que trabajaron en la escena de crimen establecieron que la mujer estaba sentada, que había recibido un disparo en la cabeza y que el arma estaba en un costado, en el piso.
De inmediato, se dispuso el traslado del marido al Cuerpo Médico Forense de Ciudad para realizarle algunas pruebas, como un barrido electrónico, para detectar si había disparado un arma de fuego. Además, se secuestró la ropa del sospechoso y el teléfono celular de la fallecida.