El juez de Ejecución Penal N° 1 de Bahía Blanca, Claudio Brun, resolvió prohibirle el uso de redes sociales a Jonathan Luna, condenado por el femicidio de Micaela Ortega, la niña de 12 años asesinada en 2016 tras ser engañada por internet. La medida se adoptó luego de que la madre de la víctima denunciara haber recibido mensajes desde un perfil de Facebook vinculado al acusado.
A comienzos de agosto, Mónica Cid denunció que Luna —quien en prisión cambió de género y ahora se identifica como Joana— le escribió a través de Messenger, expresando: “Espero que algún día usted me pueda perdonar y hoy estoy pagando mi error”.
Un juez resolvió prohibirle el uso de redes sociales a Jonathan Luna, condenado por el femicidio de Micaela Ortega, la niña de 12 años asesinada en 2016.
Un juez resolvió prohibirle el uso de redes sociales a Jonathan Luna, condenado por el femicidio de Micaela Ortega, la niña de 12 años asesinada en 2016.
Durante las audiencias, Luna negó haber enviado esos mensajes y afirmó que no posee teléfono celular en la Unidad Penal N° 32 de Florencio Varela desde 2023. Aseguró que el perfil fue creado por un allegado a la ex pareja de su actual compañera de celda, como represalia por la relación que mantienen.
Pese a las negativas, el juez Brun consideró que la gravedad de los delitos cometidos —incluido el grooming— justificaba extremar las restricciones:
“Se impone la prohibición absoluta de acceso a redes sociales desde telefonía celular o cualquier otro dispositivo electrónico dentro del ámbito del Servicio Penitenciario Bonaerense”, indica el fallo de 14 páginas.
El magistrado ordenó, además, que Luna continúe teniendo contacto con su familia y defensa técnica únicamente a través de los canales autorizados: teléfonos fijos de la institución, visitas presenciales y asistencia judicial.
El caso que marcó un precedente
Micaela Ortega desapareció el 23 de abril de 2016 en Bahía Blanca tras salir de su casa para encontrarse con una supuesta amiga contactada en redes sociales. En realidad, se trataba de Luna, entonces de 26 años, quien la llevó a un descampado, la asesinó y luego confesó el crimen durante el allanamiento a su vivienda.
El cuerpo fue hallado un mes después en las afueras de General Daniel Cerri. La autopsia reveló que la menor fue estrangulada y presentaba golpes en la cabeza.
En octubre de 2017, Luna fue condenado a prisión perpetua por grooming seguido de muerte, en lo que constituyó el primer fallo de este tipo en la Argentina. En 2023, solicitó su traslado a una cárcel de mujeres tras formalizar su cambio de género.