La décima audiencia del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski expuso este lunes nuevos detalles estremecedores sobre cómo fue destruido el cuerpo de la joven en la chanchería del clan Sena, en Chaco.
Una antropóloga forense aseguró que los restos hallados en la chanchería pertenecen a una sola mujer adulta y que fueron quemados de manera intencional a más de 800 grados durante varias horas.
La décima audiencia del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski expuso este lunes nuevos detalles estremecedores sobre cómo fue destruido el cuerpo de la joven en la chanchería del clan Sena, en Chaco.
La reconstrucción del crimen surgió del testimonio de Anahí Ginarte, integrante del Equipo de Antropología Forense de Córdoba, quien analizó los restos óseos hallados en el Campo Rossi tres semanas después del asesinato ocurrido en junio de 2023.
“No fue accidental, fue con intencionalidad”, afirmó la especialista ante el tribunal, al describir el proceso de degradación causado por el fuego.
Ginarte explicó que los huesos analizados presentaban reducción significativa de tamaño y signos de calcinación total, lo que indica que el cuerpo fue expuesto a temperaturas superiores a los 800 grados durante entre tres y siete horas.
“Los restos mostraban signos de calcinación, no de carbonización”, precisó la perito.
Entre los fragmentos identificados se hallaron vértebras, costillas, cráneo, falanges, tibia, fémur, clavícula, rótula, peroné y piezas dentales, todos pertenecientes a una única mujer adulta.
Los huesos que encontró la policía que serían de Cecilia.
Aunque el nivel de daño impidió obtener ADN para una identificación genética definitiva, la hipótesis de que se trate de Cecilia Strzyzowski sigue siendo la más firme.
Durante la misma jornada declaró Anabella Obregón, hermana de Gustavo Obregón, imputado por encubrimiento agravado, quien detalló la estrecha relación de su hermano con la familia Sena.
“Era el niñero de César Sena, lo llevaba a todos lados y lo cuidaba”, dijo la testigo, quien también reveló que Fabiana González, pareja de Obregón, tenía las llaves de la casa de los Sena, donde se habría cometido el crimen.
La mujer contó que tres días después del asesinato, su hermano le pidió comprar un nuevo teléfono porque el suyo “no funcionaba bien”. El aparato anterior quedó en manos de Anabella, que luego lo entregó a la Justicia.
Otra testigo, Fabiana Lemos, profesora de costura en la escuela del barrio Emerenciano, relató el régimen de control que ejercían los líderes piqueteros sobre los integrantes del movimiento, obligándolos a participar de marchas y actos políticos.
Aseguró que Marcela Acuña era quien daba las órdenes a Fabiana González para que luego se las trasmitiera a todo el grupo. “Todas las indicaciones eran respetadas por Fabiana y Obregón”.
El chacarero Francisco Ríos, vecino de la chanchería, aportó un testimonio que confrimño la coartada de Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, también imputados por encubrimiento.
Declaró que el 2 de junio, día del crimen, los vio llegar al atardecer y que el cuidador del campo estaba consumiendo alcohol. Contó que bebieron hasta la medianoche y solo Reinoso salió a comprar más cervezas, descartando que el matrimonio haya mantenido el encendido el fuego esa noche para quemar el cuerpo.