Los delitos bajaron 30% en promedio en Mendoza pero temen un “pico” pospandemia

Al haber menos gente en la calle bajaron las cifras este semestre en comparación con el de 2019. Por la crisis la inseguridad irá en aumento.

Durante el primer semestre se detuvo a unas 6.700 personas por romper la cuarentena - Orlando Pelichotti / Los Andes
Durante el primer semestre se detuvo a unas 6.700 personas por romper la cuarentena - Orlando Pelichotti / Los Andes

Uno de los contados aspectos sociales “positivos” que ha dejado la pandemia de Covid-19 a nivel mundial y nacional es la marcada disminución del delito. Mendoza no es ajena al fenómeno, que muy bien se puede ilustrar con este dato: en los últimos meses la gente ha marcado más veces el 911 para denunciar asuntos relacionados con el coronavirus que por cuestiones relacionadas con la seguridad.

Cantidad de denuncias por delito. Gustavo Guevara.
Cantidad de denuncias por delito. Gustavo Guevara.

Los delitos que más preocupan a ciudadanos y autoridades -muertes violentas, robos con armas, accidentes viales con víctimas fatales, violencia de género- han tenido un descenso significativo durante el primer semestre de año, que podría fijarse entre un 25 y un 50%, según el rubro. Sólo dos tipos de delitos mostraron un crecimiento marcado: abusos sexuales con acceso carnal y gente armada que es detenida en la calle.

“Las estadísticas marcan que se ha producido una marcada baja en el delito durante los dos primeros meses de la pandemia y luego ha ido aumentando pero siempre por debajo de los índices de año pasado”, explicó el ministro de Seguridad Raúl Levrino.

Esta “baja generalizada”, según el funcionario, se debe principalmente al aislamiento social obligatorio, que en abril y mayo dejó casi desiertas las calles y rutas de toda la provincia, no sólo de personas sino también de vehículos.

Otra de las razones que argumenta Levrino es que la Policía aumentó su presencia en la vía pública. “Normalmente hay en la calle 2.000 policías; con la pandemia llegamos a 3.500 efectivos y a 300 puestos operativos”, afirmó.

Más controles, menos gente en la calle, menos delitos

En los meses fuertes de confinamiento los uniformados hicieron tareas no habituales: más controles viales, inspecciones de cargas en rutas y fronteras y también se ocuparon de los operativos de repatriaciones. En todas estas tareas estaba incluida la seguridad y el control de coronavirus: durante el primer semestre se detuvo a unas 6.700 personas por romper la cuarentena.

Tanto las estadísticas del Ministerio de Seguridad -tomadas de las llamadas que ingresan al 911- como las del Ministerio Publico Fiscal -extraídas de las denuncias que ingresan por las fiscalías- coinciden en la marcada baja de delitos.

Homicidios. En cuanto al delito más grave, la baja de este año ha sido del 27,5%, siempre hablando del primer semestre. El año pasado, en los primeros 6 meses murieron 51 mendocinos y este año, 37 en el mismo periodo.

Robos con armas. Los robos más graves - los”agravados por el uso de armas”- bajaron un 29%. En el primer semestre de 2019 se contabilizaron 2.661 robos con armas y en el mismo semestre de este año el registro marca 1.891.

Para ver el “efecto pandemia” en el delito este dato resulta ilustrativo: en abril, cuando el confinamiento de la población fue más marcado, hubo 491 robos ejecutados por delincuentes armados. En abril de este año la cifra bajó a 138 casos. Otro ejemplo: en enero pasado, libre de virus, hubo 491 robos con armas y en abril, con cuarentena estricta, sólo 138.

Otros robos. En cuanto a robos agravados sin armas (por ejemplo por escalamiento o cometidos por bandas) también se registró una baja significativa: 42%. En los primeros seis meses de año pasado se sumaron 2.059 casos y este año, 1.182. La mayor baja se pudo ver en abril de este año, con 136 casos, en tanto que en abril del año pasado hubo 361 robos de este tipo.

Sustracción de vehículos. En cuanto al robo de autos, la baja fue del 38,5%. El año pasado, en el primer semestre, 1.310 personas se quedaron a pie por este delito. Este año, sólo 806 se quedaron sin su vehículo. ¿La razón? “Menos autos en la calle -en abril casi no circularon autos- y menos delincuentes transitando”, explicaron desde el Ministerio de Seguridad.

Siniestros viales. Esta marcada parálisis del parque automotor durante la pandemia impactó directamente en la cantidad de víctimas fatales en siniestros viales, rubro que bajó en un 49,9%. El año pasado, de enero a junio, hubo 78 muertos en choques y este año solamente 43.

Abusos sexuales, violencia de género y femicidios. Los delitos en los cuales, generalmente, son víctimas las mujeres -aunque también debe incluirse a menores y personas LGBT- han mostrado un panorama difícil de evaluar: gran crecimiento de abusos sexuales con acceso carnal, ningún caso de femicidio –una baja del 100%- y disminución en las denuncias por violencia de género.

Oficialmente hubo un descenso del 24,4% de denuncias por violencia de género, pasando de 3.433 a 2.596, a la hora de comparar el primer semestre de año pasado y el mismo periodo pero de este. Pero el número debe ser tomado “con pinzas”: algunos sostienen que la baja es real; otros que la convivencia durante el confinamiento no permitió que las mujeres tuvieran momentos de soledad y seguridad para denunciar.

Los números más preocupantes que deja este primer semestre son los abusos sexuales con acceso carnal, que pasaron de 138 en el primer semestre de 2019 a 206 en el mismo periodo de este año. El aumento fue del 56%. Pero la pandemia queda fuera de análisis ya que en enero de este año hubo 44 violaciones y en febrero igual número. En cambio, en abril, el mes de cuarentena estricta, hubo 24 casos.

-Armas. El rubro tenencia y abuso de armas también registró un crecimiento del 4%. El primer semestre de año pasado hubo 368 personas detenidas con pistolas; este último semestre, 382 cayeron personas con armas. “Más controles, más armas secuestradas”, resumieron a Los Andes desde la cartera que conduce Raúl Levrino.

Prevén que la “curva” de la inseguridad irá en aumento

Así como con el Covid-19 todos esperan la famosa “curva” de descenso en los contagios, en seguridad lo que esperan los especialistas es una suerte de “anticurva” o curva ascendente, que puede graficarse con una letra “U”.

“Con la pandemia empezamos a bajar por esa ‘U’ y en este momento estamos ascendiendo. Hoy estamos transitando por debajo de la mitad del segundo ‘palito’. En algún momento llegaremos a los niveles normales”, explicaron a este diario desde el Ministerio de Seguridad provincial.

En otras ciudades argentinas este proceso parece tener un aceleramiento más marcado que en Mendoza. Por eso, las autoridades locales no se mostraron alarmadas por el presente aunque sí preocupadas por el futuro.

Es que no se les escapa que la pandemia es una situación de estrés socioeconómica: el virus ha venido acompañado de una realidad económica complicada, que trajo aparejada la recesión, disminución de puestos de trabajo y aumento de la pobreza. Este panorama, creen, va a traer a futuro no sólo más delitos sino más violencia.

Por eso, los especialistas comparan la situación actual con otro momento de estrés socioeconómico grave: la crisis de 2001-2002, cuyos resultados impactaron en los mapas del delito de los años 2003 y 2004 en todo el país.

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