Cuando todo hacía pensar que Juan Manuel Tarrés (49) iba a recibir una pena perpetua por el femicidio de su ex pareja, Jésica Olguín (33), asesinada y previamente abusada sexualmente, un jurado compuesto por 12 ciudadanos mendocinos, lo declaró inocente y, por lo tanto el crimen quedó impune.
El miércoles próximo el juez técnico Horacio Cadile en una audiencia de cesura deberá fijar una pena para el acusado pero no por el femicidio, sino por un delito menor por el que también fue juzgado: “lesiones leves dolosas”, que tiene como penas de 1 mes a 1 año de prisión. Tras dos años y medio de cárcel, es probable que escuche el veredicto en libertad.
Jésica Olguín fue asesinada el lunes en la madrugada en su casa de Las Heras. - Foto: Orlando Pelichotti
Jésica Olguín fue asesinada el lunes en la madrugada en su casa de Las Heras. - Foto: Orlando Pelichotti
Tarrés comenzó a ser juzgado el lunes pasado por “abuso sexual con acceso carnal, homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido en perjuicio de una mujer en contexto de violencia (femicidio)”, delitos cuya única pena posible es la prisión perpetua. Y, además por lesiones leves.
Si bien la Corte de Mendoza transmite los juicios por jurados por su canal de YouTube, en este caso no lo hizo porque el expediente incluía un abuso sexual por lo que el debate sólo pudo ser presenciado por los 12 jurados.
Un dato previo resulta de interés: el debate se iba a realizar tiempo atrás pero el acusado, inesperadamente, pidió que el defensor oficial que lo asistía fuera reemplazado: el lugar fue tomado por Verónica Manrique, también defensora oficial.
Y ya en los alegatos de apertura atacó la estrategia de la Fiscalía de Homicidios, afirmando que, las relaciones sexuales entre el acusado y la su pareja fueron consentidas. Luego sostuvo: “De 18 indicios levantados en el departamento de Olguín, no hay uno solo que se corresponda con Tarrés, quien el día en que fue hallada muerta su ex pareja, se encontraba con sus hijos en Los Corralitos y fue a Las Heras sólo a comprar droga”.
Si bien en días posteriores al crimen surgió una versión policial en la que se decía que Tarrés había “confesado” el femicidio, lo cierto es que el jurado solo escuchó por boca de la tía del acusado que Tarrés le había dicho que "había hecho algo malo".
Durante los alegatos de cierre, la Fiscalía pidió al jurado popular que lo declarara culpable, repasando las pruebas que había expuesto previamente, deteniéndose “minuciosamente en una carta de puño y letra con 15 puntos que la víctima redactó para su terapeuta y el intercambio de mensajes entre Olguín y Tarrés”, según se informó oficialmente.
Pero la defensora Verónica Manrique volvió a sostener que no había pruebas: “ni en las uñas, ni en las prendas de Jésica hay rastros genéticos de Juan Manuel. El material genético hallado en el cuerpo de la víctima corresponde a una relación sexual consentida, mantenida el día anterior a su muerte. Arribamos a estas conclusiones a través de las pruebas que trajo la propia Fiscalía, no estamos hablando de suposiciones”, señaló la letrada, previo a pedir un veredicto de no culpabilidad por el abuso y el homicidio de Jésica.
Pero, a juzgar por el resultado del debate, el jurado también le creyó al propio acusado, quien declaró en medio de juicio y luego habló cerrando el los alegatos diciendo: “Hay un monstruo suelto y no soy yo” y le agradeció a su abogada.
“Llevo dos años y medio detenido. Hace ocho meses que tengo esta defensa y ha hecho un trabajo con los datos que tienen a disposición. Confío en que tomarán una decisión con la que harán justicia. La fiscalía me ha presentado como un monstruo; y hay un monstruo suelto que hizo lo que hizo con Jésica, pero ese monstruo no soy yo”.
Así murió Jésica Olguín
Jésica Olguín tenía 33 años y ya había denunciado a su presunto asesino por violencia de género, suceso por el cual había decidido separarse de él en 2021.
La joven era de Mar del Plata y dejó su ciudad para comenzar una vida en pareja con Tarrés en suelo mendocino, donde tuvo tres hijos.
A fines de 2021, Jésica denunció a Tarrés por maltratos y el hombre fue imputado por lesiones y amenazas, quedando en libertad ya que no tenía antecedentes penales. En cambio se le dictaron las restricciones para este tipo de violencia de género.
En abril de 2022 debía someterse a juicio pero el hombre nunca se presentó por lo que la Fiscalía de Violencia de Género lo declaró en rebeldía y solicitó su captura.
Juan Manuel Tarres (48), acusado del femicidio de Jésica Olguín (33) esta mañana tras su detención. Gentileza
Juan Manuel Tarres, acusado del femicidio de Jésica Olguín (33), tras su detención. Gentileza
Pero el vínculo se había recompuesto: el día del crimen Tarrés estuvo con sus hijos en la pileta de un familiar y, luego los llevó a la casa de sus padres quienes esperaron que Jesica se comunicara con ellos para ir a buscar a los chicos. Pero esto nunca ocurrió ya que fue asesinada.
El 24 de enero de 2023 la joven fue asesinada en su casa de Las Heras tras ser abusada sexualmente y luego maniatada y asfixiada,
El hecho se conoció cuando un joven de 33 años acudió a la comisaría 36° y dijo que su hermano había llegado al loteo Tierra Nuestra, en calle Sánchez y Atarace de Guaymallén, diciendo que había asesinado a su ex pareja y que la mujer vivía en Molinero Tejeda al 3.112, en el barrio Los Chilenos de Las Heras.
De inmediato, personal policial se dirigió al lugar y constataron que yacía el cuerpo de sin vida de Jésica Olguín. Estaba en el interior de una habitación boca abajo, con la particularidad de encontrarse maniatada de pies y manos, con indicios de ahorcamiento.
Luego, efectivos de Guay mallen se trasladaron a la vivienda donde estaba el marido de la víctima fatal y encontraron Tarrés, acostado sobre una cama y profundamente dormido producto de haber ingerido pastillas para el sueño (Clonazepam).