“Le pegué con un fierro”: juzgan al acusado de haber matado a un camionero en un asalto en Junín

Un tribunal popular decidirá la suerte de Erik Suazo, quien será juzgado desde el lunes por el homicidio de Carlos Gruini durante un asalto ocurrido en 2020. Fue golpeado en la cabeza.

Carlos Gruini fue asesinado en el patio de su casa durante un atraco.
Carlos Gruini fue asesinado en el patio de su casa durante un atraco.

El próximo lunes comenzará a ser juzgado Erik Suazo, un joven de 25 años que está acusado de haber asesinado al transportista Carlos Victorio Gruini (64). Murió en su casa de Junín en mayo de 2020, tras ser golpeado con un hierro en la cabeza.

El juicio se realizará en los Tribunales de San Martín en la modalidad de juicio por jurados y el acusado, de ser encontrado culpable, recibiría una pena de prisión perpetua pues está imputado por homicidio criminis causa en concurso ideal con robo.

Los 12 integrantes del jurado popular y la jueza técnica María Victoria Bover escucharán desde las 8.30 del lunes la acusación que realizará el jefe de los fiscales de Junín-Rivadavia, Mariano Carabajal, y la fiscal instructora Valeria Bottini. Tendrán el aporte de Juan Rosello, abogado de la familia de la víctima.

Tras el asesinato, vecinos de Junín pidieron justicia por el asesinato de Carlos Gruini.
Tras el asesinato, vecinos de Junín pidieron justicia por el asesinato de Carlos Gruini.

En tanto que la defensora oficial Verónica Manrique buscaría fijar una posición diferente, atacando las pruebas principales.

Por lo pronto, constan en el expediente algunas pruebas que, para la fiscalía, tienen importancia: una escucha telefónica en la que Suazo dijo: “Le pegué con un fierro”, indicando que luego lo había guardado en el techo de su casa. Ese hierro, el arma homicida, fue también encontrado por la Policía durante un allanamiento.

Un botín buscado y un crimen

El 21 de mayo de 2020, cerca de las 23, dos o tres delincuentes ingresaron a la vivienda de Carlos Gruini, un camionero domiciliado en el carril Barriales al 3600, de Junín.

Los ladrones ingresaron por los fondos de la propiedad de la víctima tras romper la malla metálica del cerco perimetral. Según la versión inicial que dio el Ministerio de Seguridad, el hombre se encontraba solo. Los delincuentes -armados, con capuchas y guantes- redujeron al dueño de casa a los golpes, obligándolo a darles 80.000 pesos que había destinado para arreglar dos departamentos de su propiedad.

Luego lo llevaron a la parte de atrás del predio, lo ataron detrás de un tráiler y así lo dejaron, sabiendo -o tal vez ignorando- que el hombre estaba agonizando o ya sin vida.

La esposa de Gruini había ido a la casa de su hija. Cuando regresó a su hogar, unos 30 minutos después, observó todo desordenado y fue sorprendida por dos hombres, que la golpearon en la espalda, la maniataron y le exigieron dinero, según relató luego.

Ante la insistencia de los delincuentes, la mujer les entregó dos cheques. Antes de escapar, los bandidos le advirtieron que no gritara ni llamara a la Policía o tomarían represalias contra su marido.

Cuando los asaltantes abandonaron la vivienda, la mujer salió y pidió auxilio. Un vecino la asistió y llamó al 911. Minutos después, una comisión policial llegó al lugar y, tras inspeccionar el predio, los uniformados hallaron al camionero en el patio. Un médico del Servicio de Emergencias Coordinado constató el deceso.

Los ladrones nunca se percataron de que habían sido filmados por tres cámaras de seguridad. Dos estaban ubicadas en el patio trasero y otra en un costado de la casa. Al día siguiente, efectivos de la Unidad Investigativa departamental lograron obtener huellas e indicios de los sujetos.

Además, peritos de Policía Científica informaron a la fiscal que habían detectado huellas de calzado en el predio analizado, por lo que solicitaron el trabajo del personal de la División Canes.

Siguiendo un rastro, un perro entrenado se dirigió hasta una vivienda ubicada en la manzana “M” del barrio Ramonof. Allí vivía Suazo, quien circunstancialmente había sido detenido la noche anterior por romper la cuarentena y por averiguación de antecedentes. Luego, obtuvo la libertad por falta de pruebas.

A finales de julio de 2020 la fiscalía de Junín-Rivadavia volvió a detener Suazo. El hombre siempre había estado en la mira de la fiscal Bottini y el jefe de los fiscales Carabajal. Por eso, el teléfono del sospechoso fue intervenido y la medida tuvo resultados positivos cuando Suazo habló con su suegra y le dijo no sólo que fue el autor del asesinato, sino que también afirmó: “Le pegué con un fierro”, indicando que luego lo había guardado en el techo de su casa.

Con ese dato, efectivos de la Policía de Mendoza realizaron dos allanamientos: uno en la casa de la suegra de Suazo, donde le secuestraron el teléfono a la mujer, y el segundo en la casa del sospechoso, para detenerlo y llevarse “el fierro”, que en realidad sería el cabo de una pala.

Libertad y dos robos

Suazo estuvo detenido por el homicidio hasta mayo de 2021, cuando el juez Eduardo Orozco le concedió la libertad, tras poner en duda la prueba principal de la fiscalía: una escucha telefónica en la que se declara culpable y dice “Le pegué con un fierro”, indicando que luego lo había guardado en el techo de su casa.

Pese a ello, el juez atendió el pedido de libertad que había realizado la defensora oficial Verónica Manrique, entendiendo que las pruebas en su contra no son contundentes, tanto la escucha, como el rastreo que hicieron los perros entrenados que llegaron hasta la vivienda del sospechoso en el barrio Romanof de Palmira y el mango de la pala encontrada en el techo de esa vivienda, elemento que habría sido utilizado en el crimen.

El 21 abril de 2022 Suazo fue detenido nuevamente. En esa oportunidad, por violencia de género. Su mujer lo denunció, afirmando que Suazo la golpeó, la tomó del cabello y la arrastró para luego amenazarla de muerte. Tras ser imputado, Suazo volvió a recuperar la libertad.

Pero setiembre de 2022: un vecino de San Martín sintió un ruido en el fondo de su casa y cuando se asomó por la ventana puede ver a una persona saltando de la tela perimetral. Lo persiguió, lo alcanzó y lo redujo: era Eric Suazo. Tenía en su poder unas herramientas y una bicicleta.

Por este hecho fue imputado por el fiscal de San Martín Gustavo Jadur.

Pero además la fiscalía que dirige el fiscal Oscar Sívori ha comenzado a vincularlo con otros hechos cuyo modus operandi es similar. Hoy, durante una rueda de reconocimiento, una víctima lo apuntó como autor atraco que se produjo en las inmediaciones de calle Unión y carril Barriales, donde dos sujetos asaltaron dos personas a una persona que se encontraba esperando el colectivo. Los delincuentes llevaban armas y con ellas los golpearon para poder robarles sus pertenencias. Por esos dos casos fue condenado a seis años de cárcel.

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