Luego de 20 años de ocurrido el femicidio María Florencia Morello, quien fue violada y asesinada a golpes en la ciudad de Santa Fe, otro hecho volvió a golpear a toda su familia. Las pruebas genéticas para poder identificar al asesino se perdieron.
El femicidio de María Florencia Morello ocurrió en octubre de 2005. Prometieron reabrir la causa la queja presentada por su madre. Y una trágica historia de violencia extrema y justicia ineficiente.
Luego de 20 años de ocurrido el femicidio María Florencia Morello, quien fue violada y asesinada a golpes en la ciudad de Santa Fe, otro hecho volvió a golpear a toda su familia. Las pruebas genéticas para poder identificar al asesino se perdieron.
Florencia había nacido en Calchaquí, vivía en Santa Fe para estudiar arquitectura y trabajaba como moza en un bar. Aquella mañana caminó unas pocas cuadras desde Doctor Zavalla al 2800 hacia la terminal. No llegó. Una pareja la identificó en el palier de un edificio, agonizando, con prendas arrancadas y lesiones visibles.
Los médicos del hospital Cullen intervinieron, pero murió cinco días después. Su madre, Blanca Cuatrín, recordó que “pensé que había sufrido un asalto pero cuando me dieron el informe el mundo se me vino abajo” y subrayó que “no era lo que yo me imaginaba, era mucho peor”.
El femicidio de María Florencia Morello ocurrió en octubre de 2005.
Las pericias forenses describieron asfixia como causa de muerte, además de golpes, violación, un ojo destrozado, un brazo roto y la pelvis fracturada. La familia se aferró a cualquier indicio. Desde el inicio, la investigación se sostuvo en vacíos, retrasos y fallas estructurales. En 2013, detuvieron a un policía que trabajaba en la terminal.
El análisis genético resultó negativo y las diligencias se frenaron. La madre sostuvo que “para lastimarla como lo hicieron tiene que haber sido más de una persona, o era un loco. Una sola persona no puede hacer tanto daño”.
El proceso se enredó entre falta de testigos, manejo deficiente de información y pérdida de material genético tomado del cuerpo y la ropa. Con el paso del tiempo, la causa quedó desestimada sin que la familia recibiera notificación.
“Lo que más me dolió fue que no me avisaran lo que había pasado, me enteré por un periodista”, dijo Blanca. También señaló que “hacía un año que se había desestimado la causa y yo no me había enterado”.
Días atrás, la Fiscal General María Cecilia Vranicich se reunió con Blanca, pidió disculpas por la ausencia de comunicación institucional y se comprometió a reabrir la investigación.
La Carpeta ingresó a la Cámara de Diputados de Santa Fe: el diputado Fabián Palo Oliver solicitó información al Ministerio Público de la Acusación sobre el estado del expediente, posibles motivos de archivo, existencia de procesos administrativos vinculados a la desaparición de pruebas y responsabilidades de quienes actuaron bajo el sistema penal anterior.
La justicia santafesina volverá a investigar el crimen de María Florencia Morello, luego de que su madre reclamara públicamente que se reactive la causa.
“La fiscal me prometió que va a reabrir el caso para ver qué pasó”, contó Blanca, la madre de la víctima, en diálogo con TN, con una renovada esperanza de que finalmente se haga justicia.
Hasta el momento, todas las hipótesis permanecen abiertas, pero los investigadores sospechan que la joven pudo haber sido una víctima elegida al azar, en un ataque sin sentido, ocurrido simplemente porque estuvo “en el lugar y en el momento equivocados”.
“Ella era una chica inquieta, no le gustaba quedarse con una sola cosa”, recordó su madre al hablar de su hija mayor, quien —según relató— había recibido una propuesta laboral en Estados Unidos y se preparaba para viajar.
“El pasaporte es lo último que me quedó de ella”, expresó con dolor.
A Florencia se lo habían entregado apenas 20 días antes del crimen, un detalle que, para su familia, resume la vida interrumpida de una joven que soñaba con un futuro mejor.
Ahora, con la reapertura de la investigación, la familia Morello espera que finalmente se esclarezca el crimen y se identifique a los responsables.