La investigación por los crímenes de Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15) sumó en las últimas horas un dato clave: los homicidas no usaron Instagram, como se dijo inicialmente, sino una aplicación prácticamente desconocida para el gran público y así transmitir en vivo las torturas a las jóvenes para un grupo cerrado.
Se trata de Zangi, una app de origen armenio comprado por una compañía con sede en Silicon Valley, que ofrece un nivel de privacidad casi absoluto, sin registros en la nube y con un cifrado de grado militar.
La app Zangi de mensajería privada y videollamadas fue utilizada para transmitir en vivo las torturas a Brenda, Lara y Morena
La app Zangi de mensajería privada y videollamadas fue utilizada para transmitir en vivo las torturas a Brenda, Lara y Morena
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El miércoles pasado, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, había asegurado que la transmisión en vivo de las torturas había sido realizada mediante Instagram. Hasta se habló de TikTok, pero la empresa lo desmintió.
Sin embargo, una fuente central de la investigación corrigió la versión oficial y precisó que los narcos recurrieron a Zangi, según reveló el diario La Nación.
La cuenta desde la cual se realizó la conexión se abrió el 19 de septiembre a las 23, el mismo día en que las tres jóvenes fueron vistas con vida por última vez, cuando subían a una Chevrolet Tracker blanca en la rotonda de La Tablada. Unas 40 personas participaron de la conexión, todas bajo el mismo paraguas criminal.
El momento en que detenían en Perú a Pequeño J
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Gentileza / El Comercio
Cómo es Zangi, la app donde transmitieron las torturas de Brenda, Lara y Morena
Zangi nació en 2013 con la promesa de ser una plataforma de comunicación ultrasegura, ideal para quienes buscan que sus mensajes no queden alojados en servidores externos. No consume grandes volúmenes de datos, lo que le permite funcionar incluso con conexiones inestables o lentas, y transmite de dispositivo a dispositivo sin pasar por la nube. Queda claro por qué en el mundo narco se convirtió en una herramienta de uso frecuente, sobre todo en contextos carcelarios.
De acuerdo a la investigación, la transmisión de las torturas a Morena, Brenda y Lara no quedó registrada en ningún servidor, a pesar de sí haberse visto en vivo para un grupo cerrado de unas 40 personas.
Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, las jóvenes desaparecidas
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Gentileza
El único rastro provino de un “soldadito” de la organización, que decidió grabar la emisión desde otro teléfono celular. En ese video, uno de los líderes narcos -identificado como Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J"- lanzó la frase que se transformó en la clave del móvil: “Así le va al que me roba”.
Para los investigadores, la hipótesis es que una de las jóvenes habría sido acusada de apropiarse de una importante cantidad de droga.
En el video, a Lara, la menor de las víctimas, le habrían amputado los dedos de una mano y parte de una oreja antes de ser asesinada.
Tras haber sido sometida a las torturas, Lara (15) fue asesinada de una puñalada en el cuello. A Morena (20) y Brenda (20) les aplicaron puntazos. A Brenda le quebraron el cuello y la golpearon; a Morena le aplastaron la cabeza.
Para los investigadores, el ataque, enmarcado en la violencia de género por la saña, fue no sólo un acto de venganza, sino también un mensaje disciplinante hacia integrantes de la red criminal que lideraría el "Pequeño J".
Zangi es la app usada por los narcos
Zangi ya había aparecido en otros casos de alto perfil en la región. En Rosario, la aplicación fue usada por la banda de “Los Menores”, implicada en el asesinato de Andrés “Pillín” Bracamonte, histórico jefe de la barra brava de Rosario Central. También se detectó su utilización en redes de estafas digitales y en el tráfico de imágenes de abuso sexual infantil.
Uno de los antecedentes más alarmantes lo aportó el Tren de Aragua, la organización criminal venezolana que nació en la cárcel de Maracay y que expandió sus tentáculos por Sudamérica. La banda incorporó a Zangi como herramienta para coordinar secuestros, extorsiones y asesinatos, gracias a sus ventajas técnicas frente a las aplicaciones más populares como WhatsApp o Telegram.