Dos nietas fueron a ver a su abuelo de 89 años a un geriátrico en Mar del Plata y lo encontraron con evidentes signos de violencia. Era una visita familiar habitual, pero terminó en una denuncia por violencia. Tras observar al anciano, descubrieron que la grave agresión fue cometida dentro de la residencia.
Las cámaras delataron a la trabajadora
La víctima es Héctor, un hombre que está a poco meses de cumplir nueve décadas y que padece alzhéimer, además de problemas de visión y audición. Luego de advertir que presentaba lesiones, la familia comenzó a exigir explicaciones de inmediato y pidió la revisión de las cámaras de seguridad.
Las grabaciones mostraron con claridad el momento en el que una de las cuidadoras agredía físicamente al adulto mayor. El ataque quedó registrado de manera completa y se convirtió en una prueba clave del maltrato sufrido dentro del establecimiento de mayores y ancianos.
Justificó que tenía “un brote” por no tomar la medicación
Además de los golpes visibles, las nietas constataron que Héctor tenía una fractura en la muñeca derecha. Según la denuncia, la cuidadora lo golpeó en reiteradas oportunidades hasta dejarlo herido.
El testimonio de la familia es indignante: cuando enfrentaron a la agresora por lo ocurrido, ella intentó justificar su accionar y sostuvo que el hombre había tenido “un brote” y que “no quería tomar la medicación”.
Al principio, las autoridades del geriátrico le negaron a las nietas un control médico sobre el paciente. Sin embargo, horas más tardes, un médico externo confirmó la fractura que presentaba el adulto mayor.
Ante la confirmación de la golpiza y el temor a que pudiera volver a ser agredido, la familia realizó la denuncia correspondiente y decidió retirar de inmediato a Héctor de la residencia.