Miguel Ángel Berlini, de 64 años, murió el miércoles pasado en la Clínica Robles, ubicada en la calle Virrey del Pino al 2530, en el barrio porteño de Belgrano, luego de acudir al centro médico para realizarse un implante dental.
Miguel Ángel Berlini, de 64 años, falleció en la Clínica Robles tras un procedimiento odontológico. Por el hecho imputaron a dos cirujanos.
Miguel Ángel Berlini, de 64 años, murió el miércoles pasado en la Clínica Robles, ubicada en la calle Virrey del Pino al 2530, en el barrio porteño de Belgrano, luego de acudir al centro médico para realizarse un implante dental.
Este procedimiento sólo requiere sedación y no presenta riesgo, aunque esta vez terminó de forma fatal. La víctima perdió la vida tras permanecer inconsciente al finalizar el procedimiento odontológico.
La Justicia de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 59, a cargo de la fiscal Laura Belloqui, investiga si la muerte fue producto de mala praxis, caratulando la causa como homicidio culposo.
Clínica Robles
Por orden de la fiscalía, se dispuso la detención de dos médicos que estaban presentes en la clínica. Los profesionales involucrados son un cirujano maxilofacial de 47 años y un cirujano plástico de 57 años.
Tras advertir que Berlini no respondía, los dos médicos aplicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), sin éxito. Personal del SAME constató la muerte hacia las 16:40. Cuando la policía llegó a la clínica, el paciente se encontraba en la sala quirúrgica, sin signos de violencia ni desorden en el lugar.
La fiscal Belloqui también ordenó el secuestro de las credenciales profesionales y la historia clínica de los médicos, y dispuso la clausura y faja del consultorio.
La hermana de la víctima, Alejandra Berlini, quien realizó la denuncia, afirmó que Miguel Ángel no tenía enfermedades de base conocidas y que los exámenes prequirúrgicos habían dado bien.
La familia denunció que no había anestesista durante la intervención, a pesar de que su hermano había pagado por el servicio de un anestesista y el uso del quirófano.
Alejandra Berlini comentó a los medios que, si el anestesista estuviera, "tendría que estar detenido", sugiriendo que "lo anestesió Robles" dándole una pastilla sublingual. Berlini fue sedado en la camilla de la sala quirúrgica, y su hermana deslizó la necesidad de averiguar si la pastilla contenía fentanilo.
El sobrino de la víctima, Juan Pablo Curet Berlini, relató que la comunicación se perdió "desde que entró al quirófano". Finalmente, los médicos informaron a la hermana que hubo una complicación y que Miguel había sufrido un paro cardiorrespiratorio.
Además, la familia denunció un intento de disuasión para evitar que se realizara la autopsia. Según su relato, una enfermera o un empleado les advirtió: "Chicos, no les conviene hacer una autopsia. No la pidan porque después el cuerpo se va a ver feo para el velorio". La policía que ya estaba en el lugar confirmó que la autopsia se realizaría de todas formas debido al protocolo.