4 de junio de 2025 - 10:52

Dos salvajes crímenes, una misma casa: las tragedias que involucran al tatuador detenido por el asesinato en Maipú

Ayer asesinaron a un hombre en una casa del barrio Canciller de Maipú. Hace 12 años atrás una anciana fue ultimada a golpes en el mismo domicilio.

La tragedia persigue a esta familia. Dos salvajes crímenes tuvieron como escenario su casa, una vivienda tradicional del conocido barrio de clase obrera maipucino: Canciller.

Ayer, un hombre fue estrangulado hasta la muerte en medio de un enfrentamiento, aún misterioso. Lo concreto es que la policía halló en la casa de Juan Martínez al 713 un cadáver envuelto en una lona azul.

Un desgarrador pedido de auxilio alertó a un hombre de 36 años que llegó hasta la Comisaría 29 en shock y alertó a las autoridades de un posible crimen en proceso. Cuando los uniformados llegaron hasta esa casa ya marcada por una tragedia previa encontró una escena impactante.

Afuera, dos hombres, de 48 y 29 años, en medio de una extraña maniobra. El más joven evidenciaba manchas de sangre en su pantalón. Los policías entraron y encontraron a un cadáver envuelto en una lona azul, como si lo estuvieran embalando para descartarlo.

El forense determinó que la soga que aún estaba en el cuello de la víctima falta habría sido el arma que el homicida usó para atacar.

Por este caso hay dos detenidos. El hombre de 48 años un conocido vecino y tatuador y dueño de la casa del crimen, de apellido Lorca, y su amigo de 29 años, de apellido Agostini.

Por el momento, la identidad del asesinado aún no es difundida ya que no cuerpo no tenía documentos “encima” y la identificación biométrica fue negativa. La Fiscal de Homicidios Claudia Ríos está al frente del caso.

Otro crimen: misma casa, 12 años atrás

En 2013, una anciana fue asesinada brutalmente a golpes durante un presunto robo en el mismo domicilio: Martínez 713. La víctima fatal era la abuela del tatuador hoy detenido por el asesinato de ayer.

Elvira Olinda Serrano tenías 87 años cuando fue atacada mientras dormía por supuestos ladrones. Eran cerca de las 4 de la mañana del viernes 2 de noviembre de 2013 cuando asaltantes la redujeron en su cama.

En la habitación contigua dormía el tatuador Lorca, por ese entonces de 36 años junto a su novia embarazada y de 25 años. Su denuncia asegura los ruidos los despertaron y salió hasta el pasillo de las habitaciones.

Allí se encontró con uno de los ladrones que habían ingresado por una claraboya en el techo. "Se pelearon y el arma se le escapó de las manos y voló por los aires como en las películas. El ladrón volvió a tenerla y ahí le pegó un culatazo en la cabeza", relató en ese entonces la hermana del tatuador.

Rosales y su novia fueron reducidos e inmovilizados, atándolos de pies y manos a un sillón.

"Mi hermano les decía que la trajeran (a su lado) pero los ladrones la tenían en la habitación. Para mí que la estaban acosando; la hostigaban para que dijera si había plata, pero plata no había", agregó hace 12 años la mujer.

La necropsia determinó que Elvira murió por los golpes. No hubo detenidos.

La anciana asesinada esa noche de 2013 era la propietaria de la vivienda y tutora del tatuador hoy detenido y de su hermano, quien lleva una vida dura en medio de adicciones y una vida “callejera”.

El tatuador y su hermano llevan años en disputa por la casa familiar, hoy marcada por dos homicidios.

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